Argelia busca una clave legal para frenar el integrismo sin abandonar la democratización

Argelia inició la campaña electoral de la segunda vuelta de las elecciones legislativas, prevista, en principio, para el próximo día 16. En ésta, las tres grandes formaciones políticas -integristas, el gobernante FLN y socialistas- se disputan los 199 escaños, no atribuidos en la primera vuelta hasta completar los 430 de que dispone la cámara. La atención política, sin embargo, sigue centrada en el Consejo Constitucional, donde se están examinando los 341 recursos en los que se impugnan los resultados electorales, en una operación destinada a desactivar el integrismo por la vía legal.La vía ar...

Argelia inició la campaña electoral de la segunda vuelta de las elecciones legislativas, prevista, en principio, para el próximo día 16. En ésta, las tres grandes formaciones políticas -integristas, el gobernante FLN y socialistas- se disputan los 199 escaños, no atribuidos en la primera vuelta hasta completar los 430 de que dispone la cámara. La atención política, sin embargo, sigue centrada en el Consejo Constitucional, donde se están examinando los 341 recursos en los que se impugnan los resultados electorales, en una operación destinada a desactivar el integrismo por la vía legal.La vía argelina hacia la democracia está llena de singularidades, con escasos precedentes en la historia, La penúltima está a punto de cometerla toda la clase democrática del país, con el apoyo del Consejo Constitucional, que trata de desposeer al Frente Islámico de Salvación (FIS), y por la vía legal, de una buena parte de los escaños logrados en la primera vuelta de las legislativas, el 26 de diciembre, alegando importantes irregularidades, supuestamente cometidas durante el día de las votaciones.

En medios políticos se asegura que al menos 37 irregularidades diferentes fueron cometidas sistemáticamente por los militantes integristas en un esfuerzo por captar el voto de los electores.

Entre las irreáularidades más sutiles y complicadas se encontraría la de formar una cadena de electores analfabetos, a los que se les habría proporcionado una papeleta convenientemente marcada y que habría sido sustraída en blanco del colegio electoral por el votante anterior. Según los expertos, es una fórmula infalible, sobre la que se sustenta una buena parte del triunfo del Frente Islámico de Salvación, con la ventaja, además, de no dejar ni rastros ni pruebas.

En opinión de los denunciantes, tampoco habrían dejado ni rastros ni pruebas las presiones ejercidas por los integristas contra los colegios electorales, los indecisos o los opositores, a quienes se les prometió desde viajes a La Meca gratis a palizas.