Vance asegura que Serbia y Croacia aceptan el plan de paz de la ONU

El ex secretario de Estado norteamericano Cyrus Vance, enviado especial de las Naciones Unidas para Yugoslavia, aseguró ayer en Zagreb que tanto Croacia como Serbia han aceptado el plan de la organización internacional, y que ello supone un avance sustancial hacia el despliegue de una fuerza de paz en el país balcánico.

"He visto que se han dado pasos que no se habían adoptado anteriormente, como la aceptación plena por ambas partes de nuestra propuesta", aseguró Vance a los periodistas después de entrevistarse con el presidente croata, Franjo Tudjman. El enviado de la ONU, que estudia ...

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El ex secretario de Estado norteamericano Cyrus Vance, enviado especial de las Naciones Unidas para Yugoslavia, aseguró ayer en Zagreb que tanto Croacia como Serbia han aceptado el plan de la organización internacional, y que ello supone un avance sustancial hacia el despliegue de una fuerza de paz en el país balcánico.

"He visto que se han dado pasos que no se habían adoptado anteriormente, como la aceptación plena por ambas partes de nuestra propuesta", aseguró Vance a los periodistas después de entrevistarse con el presidente croata, Franjo Tudjman. El enviado de la ONU, que estudia la viabilidad de enviar 10.000 cascos azules a la zona de conflicto, pareció rectificar su anterior actitud pesimista. "La situación ha cambiado radicalmente, ( ... ) hemos hecho algunos progresos reales", señaló.Vance mantuvo conversaciones el martes en Belgrado con el presidente serbio, Slobodan Milosevic, el ministro yugoslavo de Defensa, Veljko Kadijevic, y miembros de la presidencia federal, reducida ahora al bloque proserbio. En sus declaraciones de ayer precisó que tomará parte en los contactos entre las fuerzas armadas croatas y el Ejército federal que probablemente se inicien hoy.

El plan de la ONU prevé que el Ejército se retire de Croacia y que los cascos azules se desplieguen en los principales focos de conflicto, en Eslavonia y Krajina, zonas con una alta proporción de población serbia.

Fiesta y duelo

Entre tanto, las armas de fuego, en señal de celebración o de guerra, marcaron el comienzo del nuevo año, después de seis meses de combates durante los cuales han resultado muertas unas 6.000 personas. En Belgrado, capital tanto de Serbia como de la Yugoslavia en desintegración, grupos de milicianos dispararon al aire, pero en Croacia no hubo lugar para la fiesta y, según la radio de esta república, al menos dos personas Murieron en las últimas horas de 1991 en enfrentamientos en los que se utilizaron morteros y cañones.

La continuación de la guerra entraba en contradicción con el optimismo de Cyrus Vance. Catorce acuerdos de alto el fuego, muchos de ellos logrados con la mediación de la ONU o de la Comunidad Europea, han sido violados en los últimos meses.

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Entre tanto, lord Carrington, presidente de la conferencia de paz auspiciada por la CE, podría abandonar sus esfuerzos para terminar la guerra civil a causa de la falta de progresos, según fuentes diplomáticas. Carrington expresó su frustración privadamente durante una visita a Lisboa efectuada el pasado lunes para mantener conversaciones con los dirigentes de Portugal antes de que este país asumiese la presidencia de la Comunidad.

La nota cultura] la puso en la Nochevieja la soprano norteamericana Barbara Hendricks, que con la orquesta nacional de cámara de Toulouse (Francia) ofreció un concierto de solidaridad en Dubrovnik, la ciudad considerada por la UNESCO patrimonio cultural de la humanidad y que, desde hace tres meses, sufre el cerco del Ejército.

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