Un nuevo episodio de una relación larga y difícil

El dictamen del Tribunal de Justicia de la CE es un nuevo capítulo en una historia de largas y difíciles negociaciones entre la CE y la EFTA.

La Asociación Europea de Libre Comercio (EFTA) se constituyó en 1960, tras el fracaso la década anterior del proyecto de creación de un área de libre comercio que comprendiera a todos los países de Europa Occidental y como réplica a la recién nacida CE. Nació a partir de la Convención de Estocolmo firmada el 20 de noviembre de 1959. Fue suscrita por Austria, Dinamarca, Noruega, Portugal, el Reino Unido, Suecia y Suiza. Un año después se adhería Fi...

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El dictamen del Tribunal de Justicia de la CE es un nuevo capítulo en una historia de largas y difíciles negociaciones entre la CE y la EFTA.

La Asociación Europea de Libre Comercio (EFTA) se constituyó en 1960, tras el fracaso la década anterior del proyecto de creación de un área de libre comercio que comprendiera a todos los países de Europa Occidental y como réplica a la recién nacida CE. Nació a partir de la Convención de Estocolmo firmada el 20 de noviembre de 1959. Fue suscrita por Austria, Dinamarca, Noruega, Portugal, el Reino Unido, Suecia y Suiza. Un año después se adhería Finlandia y en 1970 lo hacía Islandia. Con posterioridad, tres miembros fundadores dejaron la EFTA para incorporarse a la Comunidad Europa: el Reino Unido, Dinamarca, en 1973, y Portugal, en 1986.

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Sus objetivos iniciales radicaron en el establecimiento del libre comercio en bienes industriales entre los países miembros para lograr intercambios en condiciones de libre competencia y mediante la progresiva desaparición de las barreras aduaneras. En diciembre de 1966, entraba en vigor plenamente el área de libre comercio con anticipación, ya que se había previsto un periodo transitorio de diez años. Sin embargo, la reducción de las tarifas arancelarias, la liberalización de cuotas sobre bienes industriales y la eliminación de aranceles en algunos intercambios agrícolas no supusieron la construcción de una unión aduanera, ya que, a diferencia de la CE, no dispone de una tarifa exterior común, conservando cada país su política comercial propia con los no pertenecientes a la EFTA.

Desde que en 1984 Claude Cheysson, entonces ministro de Asuntos Exteriores francés, lanzara la idea de un "espacio económico europeo" EEE) que comprendiera a los países de la EFTA y la CE, la perspectiva de su construcción, se convirtió, en un objetivo fundamental para la EFTA.

El Consejo de Ministros de la CE celebrado en Bruselas en diciembre de 1989, abría las puertas a unas negociaciones, muy difíciles, ya que han requerido que los dos bloques superaran serias disputas en materia de pesca y comercio en productos pesqueros, de tránsito de camiones comunitarios por territorio alpino y sobre las cifras y modalidades de la aportación financiera de la EFTA a la CE.

Dos años después, en la madrugada del 22 de octubre de 1991, la CE y la EFTA constituían el mercado único más grande del mundo.

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