Ducha fría sobre el ecumenismo en el sínodo

Las duchas frías sobre el ecumenismo se suceden dentro y fuera del aula de Roma donde se reúne el sínodo de obispos católicos para debatir la nueva evangelización de Europa. Angelo Sodano, secretario de Estado vaticano, dijo ayer que la jerarquía católica no hace ningún proselitismo en los países del Este, feudo de las iglesias ortodoxas, sino que se dedica "a la atención pastoral". Así respondía a las críticas lanzadas por las confesiones ortodoxas.

A estas discrepancias se ha sumado la de los anglicanos. La Congregación para la Doctrina de la Fe, del cardenal Joseph Ratzinger, ha hech...

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Las duchas frías sobre el ecumenismo se suceden dentro y fuera del aula de Roma donde se reúne el sínodo de obispos católicos para debatir la nueva evangelización de Europa. Angelo Sodano, secretario de Estado vaticano, dijo ayer que la jerarquía católica no hace ningún proselitismo en los países del Este, feudo de las iglesias ortodoxas, sino que se dedica "a la atención pastoral". Así respondía a las críticas lanzadas por las confesiones ortodoxas.

A estas discrepancias se ha sumado la de los anglicanos. La Congregación para la Doctrina de la Fe, del cardenal Joseph Ratzinger, ha hecho pública una nota en la que se afirma que en las conversaciones entre ambas confesiones "no se llega a un acuerdo sustancial". La infalibilidad del Papa y la ordenación sacerdotal de las mujeres son de momento los grandes escollos. Un obispo anglicano presente en el sínodo ha llegado a sugerir que sería bueno que los miembros del dicasterio de Ratzinger salieran "de su pequeño mundo, para que vieran qué se siente fuera".En este tira y afloja entre confesiones, ayer le correspondió el turno de réplica al cardenal Sodano, quien respondió a las acusaciones de practicar "proselitismo descarado" que han hecho a la Iglesia católica los ortodoxos rusos, quienes junto a los también ortodoxos serbios, búlgaros, rumanos y griegos no han acudido como "delegados fraternos" a este sínodo.

El secretario de Estado, en un mensaje muy propio de la diplomacia vaticana, recordó ayer que los católicos de Venecia acogieron con alegría "el reciente nombramiento de Spyridon Papagheorgiu como metropólita ortodoxo para Italia". "En la presencia de la Iglesia católica en los países del Este no ha habido ni el más mínimo intento de proselitismo; personalmente me esperaba una mayor comprensión hacia la atención pastoral del Papa", subrayó Sodano. Las palabras del secretario de Estado fueron pronunciadas en un aula donde el único delegado ortodoxo que asiste a las sesiones -precisamente Papagheorgiu- no se hallaba presente.

En la mañana de ayer, el metropólita de Venecia no asistió a los debates, después de haber advertido que las relaciones entre católicos y ortodoxos corren el riesgo de interrumpirse, ya que estos últimos consideran competencia religiosa desleal el nombramiento de obispos en unas diócesis en las que, a su juicio, no hay fieles de esta confesión.

Sodano quiso ayer desmontar este argumento. Para ello recordó que desde 1783 hasta la revolución bolchevique existía en Rusia la diócesis de Mohilev. Y luego comenzó a dar datos, recopilados por el representante pontificio en la URSS, Francesco Colastionno. Casi todas estas cifras se refieren a católicos de origen polaco, alemán o lituano -excepto los uciranios-, a quienes las deportaciones estalinistas movieron por toda la URSS.

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