Cartas al director

Magic

Mi amigo de toda la vida me pasaba el balón mientras engañaba a todos los contrarios al mirar hacia el otro lado. Así, yo me elevaba en una bandeja majestuosa, aprovechando la posición ventajosa que me había proporcionado. Y entonces yo era James Worthy, y señalaba con el dedo a Magic, reconociendo de este modo su mérito en la consecución de la jugada. Así ha sido durante todos estos años, en los que hemos disfrutado viéndole jugar y hemos soñado con imitarle. Hasta el otro día, que me enteré de que el juego había terminado.Para los que ya sabíamos que el sida sí afecta a cualquiera, todo esto...

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Mi amigo de toda la vida me pasaba el balón mientras engañaba a todos los contrarios al mirar hacia el otro lado. Así, yo me elevaba en una bandeja majestuosa, aprovechando la posición ventajosa que me había proporcionado. Y entonces yo era James Worthy, y señalaba con el dedo a Magic, reconociendo de este modo su mérito en la consecución de la jugada. Así ha sido durante todos estos años, en los que hemos disfrutado viéndole jugar y hemos soñado con imitarle. Hasta el otro día, que me enteré de que el juego había terminado.Para los que ya sabíamos que el sida sí afecta a cualquiera, todo esto no es más que la constatación de que los sueños no terminan siempre con la luz del día, sino que a veces sufrimos un despertar brusco que nos deja con la miel en 'los labios. Dice Magic que ahora empieza su nuevo y más importante partido, y probablemente esté en lo cierto. Pero lo más injusto es que si antes no nos despegábamos del asiento esperando una jugada suya espectacular, esta vez quizá dejemos en algún momento de ver el partido cuando nos demos cuenta de que la desventaja es excesiva para que alguien la pueda remontar- Juan Luis Roldán Calzado.

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