El presidente de la URSS admite que Bush le advirtió del golpe

Mijaíl Gorbachov, presidente de la URSS, admitió ayer que el propio presidente norteamericano, George Bush, le advirtió antes del golpe que se estaba preparando algo contra él. "Yo le respondí que no se preocupara, que todo iba bien por aquí", agregó. El líder soviético hizo esta confesión al presentar su nuevo libro, titulado El golpe de agosto, que pretende ser una reflexión sobre aquellos acontecimientos.

Gorbachov explicó también que días antes de la intentona golpista mantuvo una conversación en la que explicó a su interlocutor que, tras la firma del Tratado de la Unión,...

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Mijaíl Gorbachov, presidente de la URSS, admitió ayer que el propio presidente norteamericano, George Bush, le advirtió antes del golpe que se estaba preparando algo contra él. "Yo le respondí que no se preocupara, que todo iba bien por aquí", agregó. El líder soviético hizo esta confesión al presentar su nuevo libro, titulado El golpe de agosto, que pretende ser una reflexión sobre aquellos acontecimientos.

Gorbachov explicó también que días antes de la intentona golpista mantuvo una conversación en la que explicó a su interlocutor que, tras la firma del Tratado de la Unión, prevista para el 20 de agosto, "se iba a producir una profunda reorganización del poder".

Esta conversación, agregó, "creo que fue grabada, y los que la oyeron comprendieron lo que les esperaba". "Vieron que iban a perder el papel relevante que tenían en la sociedad".

El presidente aseguró que su libro pretendía ser una manera más de insistir ante los soviéticos en la necesidad imperiosa de alcanzar un compromiso histórico que permita sacar al país de su profunda crisis política, económica y social.

Es necesario, precisó, un acuerdo interétnico y entre las repúblicas que permita la consolidación de una Unión de Repúblicas Soberanas con Fuerzas Armadas comunes, una política exterior unificada y unos principios democráticos compartidos por todos.

Un segundo compromiso básico es el económico-social. "Los trabajadores están dispuestos a apoyar las reformas económicas, pero piden que sus posiciones sean tenidas en cuenta".

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Igualmente, "han de ser tenidos en consideración los intereses de nuestros campesinos". "Hemos de ser capaces", añadió, "de hacer la reforma agraria para que los campesinos puedan disfrutar del fruto de su trabajo".

En este pacto social incluyó también a "los nuevos sectores de empresarios y banqueros, sin los que no puede haber acuerdo", y a los profesionales y técnicos, "que han de cambiar de mentalidad y encontrar su papel en la nueva sociedad".

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