Reacción técnica

La recuperación llegó ayer después de varias sesiones de absoluto estancamiento, aunque el índice queda lejos del suelo del 250% que los analistas previeron antes del verano. La recuperación de ayer es exclusivamente una reacción técnica. El buen IPC de septiembre ha sentado bien a la Bolsa. Falta por ver ahora cómo responden los emisores a la hora de fijar los tipos de interés de sus subastas y emisiones. La subida se concentró en los valores industriales y en especial en los textiles, papeleros y siderúrgicos, algunos de los cuales tienen peso en la elaboración del indicador general. Continú...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

La recuperación llegó ayer después de varias sesiones de absoluto estancamiento, aunque el índice queda lejos del suelo del 250% que los analistas previeron antes del verano. La recuperación de ayer es exclusivamente una reacción técnica. El buen IPC de septiembre ha sentado bien a la Bolsa. Falta por ver ahora cómo responden los emisores a la hora de fijar los tipos de interés de sus subastas y emisiones. La subida se concentró en los valores industriales y en especial en los textiles, papeleros y siderúrgicos, algunos de los cuales tienen peso en la elaboración del indicador general. Continúan produciéndose -y ayer hubo una nueva ocasión para comprobarlo- fuertes oscilaciones con valores que tienen un fuerte componente especulativo. Algunos de ellos siguen siendo eternos candidatos a operaciones que llevan años instaladas en la rumorología bursátil y nunca se confirman. Las previsiones de algunos analistas son el mantenimiento de una Bolsa aburrida, pero suavemente al alza para los meses que faltan hasta final de año. Muchos valores industriales presentan pocos alicientes desde la estricta cuenta de resultados, pero ofrecen, en cambio, precios dignos de ser tenidos en cuenta.

Más información

Archivado En