Los problemas de viajar con perros

Soy una señora mayor, jubilada, sola, y no tengo más compañía que mi perrita, Luna, cuyo peso no llega a cuatro kilos.Este año me desplacé a Santa Pola a pasar el verano. El transporte más económico hasta allí es el autobús, 5.775 pesetas ida y vuelta. En el autobús, ni pagando dos billetes en lugar de uno me admitían a la perrita, tenía que ir en la parte inferior con los equipajes. En el tren pasa lo mismo.

Tuve que hacer el viaje hasta Alicante en coche cama individual por ferrocarril, pagando además medio billete por la perrita. Al volver a Madrid cogí el avión, más taxis has...

Soy una señora mayor, jubilada, sola, y no tengo más compañía que mi perrita, Luna, cuyo peso no llega a cuatro kilos.Este año me desplacé a Santa Pola a pasar el verano. El transporte más económico hasta allí es el autobús, 5.775 pesetas ida y vuelta. En el autobús, ni pagando dos billetes en lugar de uno me admitían a la perrita, tenía que ir en la parte inferior con los equipajes. En el tren pasa lo mismo.

Tuve que hacer el viaje hasta Alicante en coche cama individual por ferrocarril, pagando además medio billete por la perrita. Al volver a Madrid cogí el avión, más taxis hasta los aeropuertos, etcétera. Para mi economía de jubilada, este viaje así es un lujo que me cuesta mucho asumir.

¿Por qué razón no se puede viajar, igualmente, con un perro tan pequeño en autobús o en billete ordinario de ferrocarril, pagando medio billete, por ejemplo?

En el Metro de Madrid, en su artículo 34 apartado b), dice: "Los animales domésticos de pequeño tamaño podrán ser admitidos cuando sean transportados en receptáculos convenientemente preparados para que no puedan ensuciar o incomodar a los viajeros o producir cualquier molestia".

En Iberia autorizan el transporte de un animal doméstico cuyo peso máximo sea de seis kilos. Deberá permanecer encerrado en su recipiente durante el vuelo, sin causar molestias de cualquier índole a los demás viajeros.

Fuera de España se puede viajar con perritos pequeños dentro de su maletita, tanto en ferrocarril como en autobús; ¿por qué en España, donde presumimos de europeos, no lo consienten? No todo el mundo tenemos coche ni dinero en abundancia. De una jubilación hay que sacrificarse mucho para hacer viajes tan caros, pues yo quiero disfrutar de la compañía y el cariño de mi perrita.

Por favor, agilicen las disposiciones legales para poder viajar económicamente con un pequeño animal doméstico que forma parte del entorno familiar.