Tribuna:

Las gemelas de Murrow Park

Murrow Park está a pocos minutos de la Casa Blanca, en la ciudad de Washington. Dos torres casi gemelas, que albergan la sede del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional, se han convertido de repente en el eslabón que congela los miedos atávicos del inversor. Las previsiones de bajísimos crecimientos para lo que resta de año, expuestas por el Fondo Monetario en su reunión de Bangkok, han ensanchado la grieta existente entre las arcas de las carteras repletas de liquidez y los recursos de las empresas alimentados por el mercado de acciones.Los expertos dirán que est as previsiones hab...

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Murrow Park está a pocos minutos de la Casa Blanca, en la ciudad de Washington. Dos torres casi gemelas, que albergan la sede del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional, se han convertido de repente en el eslabón que congela los miedos atávicos del inversor. Las previsiones de bajísimos crecimientos para lo que resta de año, expuestas por el Fondo Monetario en su reunión de Bangkok, han ensanchado la grieta existente entre las arcas de las carteras repletas de liquidez y los recursos de las empresas alimentados por el mercado de acciones.Los expertos dirán que est as previsiones habían sido adelantadas por el comportamiento de las cotizaciones durante el largo y cálido verano menos bursátil del siglo. Lo cierto, sin embargo, es que los circunspectos funcionarios de Murrow Park han acabado colocándole un rejón de castigo al maltrecho mercado de valores. El dinero a secas es mucho más que un sistema de valores, y no remontará el fénix de las esperanzas a quienes se encuentran atrapados en operaciones audaces y de dudable rentabilidad. La corriente monetaria tampoco acompaña: ayer, el tipo de interés medio registró una ligera subida.

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