Cartas al director

En busca de amigos

El artículo de opinión que el día 13 de agosto suscribía Joan B. Culla bajo el título Fabricando enemigos, en el que se refería a las bondades del "nacionalismo disgregador", en el que además aprovecha para criticar otro ya publicado anteriormente, y suscrito por el señor Savater, me deja preocupado por la carencia de recursos que utiliza un profesor de historia de una de nuestras universidades. Es rigurosamente exacto que en la actualidad las nuevas élites políticas propugnan la baza del nacionalismo, a falta de otras ideologías, para obtener sus propias cotas de poder, y esto n...

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El artículo de opinión que el día 13 de agosto suscribía Joan B. Culla bajo el título Fabricando enemigos, en el que se refería a las bondades del "nacionalismo disgregador", en el que además aprovecha para criticar otro ya publicado anteriormente, y suscrito por el señor Savater, me deja preocupado por la carencia de recursos que utiliza un profesor de historia de una de nuestras universidades. Es rigurosamente exacto que en la actualidad las nuevas élites políticas propugnan la baza del nacionalismo, a falta de otras ideologías, para obtener sus propias cotas de poder, y esto no sólo ocurre en España. Casi nunca habían los nacionalistas de la cantidad de recursos que el Estado centralista les destina, que les permite disponer de las mejores infraestructuras y las mayores rentas, Referente a los modelos federales existentes, al señor Culla se le olvida, por ejemplo, el modelo alemán, o el de los Estados Unidos de Norteamérica, que están vivitos y coleando; y no sé de qué socios soberanos habla, cuando en España no ha venido nadie a asociarse en los últimos 500 años.Un aspecto que tampoco suelen comentar los "nacionalismos disgregadores" es el de cómo tratarán ellos a sus propios "nacionalismos disgregadores". ¿Cuál es el mínimo nacionalismo posible? ¿Le resultaría admisible al señor Culla un nacionalismo aranés?

Por último, lamentablemente, siempre salen a colación los muertos. En España los verdugos vienen siempre del lado fanático-nacionalista, los muertos los ponemos los demás.-

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