Transportes estudia cobrar una tasa a los conductores de la periferia que trabajan en la ciudad

El Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) estudia la posibilidad de fijar una tasa para los conductores que viven en las zonas residenciales de la periferia y se trasladan diariamente a sus puestos de trabajo en la ciudad. La tasa es una más entre las posibilidades que se barajan para hacer frente a la mejora de infraestructuras en el acceso a los grandes núcleos de población. Transportes quiere poner en marcha también, a partir de septiembre y de forma experimental en Madrid, un carril especial para los vehículos particulares ocupados por dos o más pasajeros.

El recorte en e...

El Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) estudia la posibilidad de fijar una tasa para los conductores que viven en las zonas residenciales de la periferia y se trasladan diariamente a sus puestos de trabajo en la ciudad. La tasa es una más entre las posibilidades que se barajan para hacer frente a la mejora de infraestructuras en el acceso a los grandes núcleos de población. Transportes quiere poner en marcha también, a partir de septiembre y de forma experimental en Madrid, un carril especial para los vehículos particulares ocupados por dos o más pasajeros.

El recorte en el gasto público decidido por el Ministerio de Economía y Hacienda, que retrasará algunos de los planes de mejora de infraestructuras, está obligando a los técnicos del departamento de Obras Públicas y Transportes que dirige el ministro José Borrell a aguzar el ingenio. El objetivo es aprovechar mejor lo que ya existe para agilizar el tráfico rodado y, sobre todo, no pasar por alto ni una sola de las posibilidades para conseguir dinero con el que financiar las obras.Parte de la teoría, desde el pago de peaje por utilizar futuras autovías, hasta el hipotético aumento en los impuestos que se aplican en los carburantes está ya avanzada. El propio ministro, José Borrell, así como otros altos cargos de su ministerio se han encargado de alimentar el debate en diferentes foros. Otras medidas podrían ponerse en marcha a partir del mes de septiembre, según fuentes del departamento.

Banco de pruebas

Transportes quiere que la nacional VI (Madrid-La Coruña) se convierta el próximo mes en banco de pruebas para una de las fórmulas cocinadas recientemente en el ministerio y con la que se tratará de conseguir mayor fluidez en el tráfico sin por ello tener que afrontar grandes gastos, según han informado en el propio ministerio. La medida, tomada de Estados Unidos (sistema car pool), consiste en destinar un carril exclusivo, y se supone que más rápido, a aquellos automóviles particulares que vayan ocupados por al menos dos personas.En principio, y según fuentes del ministerio, el tramo de pruebas se extendería entre la capital, Madrid, y la localidad de Las Rozas. La idea, que se ha barajado en distintas ocasiones, en diferentes ciudades (Madrid y Valencia) y por diferentes organismos (Consorcio de Transportes de Madrid por ejemplo), no había sido puesta en práctica debido, entre otras razones, al conflicto de competencias entre distintos organismos de la Administración que ahora estaría solucionado, según las mismas fuentes.

Junto con el carril rápido para vehículos ocupados por dos o más personas, se barajan otros proyectos. Por el momento, son sólo ideas, pero no se descarta su adopción.

Así por ejemplo, los técnicos del MOPT estudian la posibilidad de establecer una tasa a los residentes en urbanizaciones de la periferia de las grandes ciudades que, en teoría, contribuyen al colapso de los accesos con sus desplazamientos diarios a la ciudad. El impuesto podría ser incluido en el recibo de la contribución urbana.

En otros casos, se está considerando la posibilidad de aplicar en España medidas que ya funcionan en otros países -caso de Francia-, como el pago por parte de las industrias de tasas en función del número de trabajadores que emplean.

Pero como el ejemplo empieza, o debe empezar por uno mismo, los especialistas del MOPT están considerando también la posibilidad de que se flexibilicen los horarios de entrada y de salida de los funcionarios para evitar, en la medida de lo posible, alimentar las horas punta que convierten algunas zonas a determinadas horas en auténticas trampas para automóviles.