El rigor presupuestario anunciado en Francia para el año próximo no afectara a educación ni a investigacion

Edith Crésson, la primera ministra francesa, y Pierre Bérégovoy, su ministro de Economía y Hacienda, tienen ultimadas las líneas generales de los Presupuestos Generales del Estado francés para el año próximo. "Rigor presupuestario" es la fórmula em pleada para referirse al año próximo por la jefatura del Gobierno y del Ministerio de Economía franceses.Se trata de no establecer nuevos impuestos, no agravar el déficit presupuestario y dar la máxima prioridad a la educación y la investigación. Esta última consigna obedece al deseo expresado por Crésson de mejorar la competitividad de su país ante...

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Edith Crésson, la primera ministra francesa, y Pierre Bérégovoy, su ministro de Economía y Hacienda, tienen ultimadas las líneas generales de los Presupuestos Generales del Estado francés para el año próximo. "Rigor presupuestario" es la fórmula em pleada para referirse al año próximo por la jefatura del Gobierno y del Ministerio de Economía franceses.Se trata de no establecer nuevos impuestos, no agravar el déficit presupuestario y dar la máxima prioridad a la educación y la investigación. Esta última consigna obedece al deseo expresado por Crésson de mejorar la competitividad de su país ante el duro desaflo planteado por alemanes y japoneses.

Así, los únicos departamentos ministeriales que registran un aumento notable en sus presupuestos para 1992 son el de educación (5,7%), la investigación (5,5%), la justicia (5,5%) y la cultura (5,6%). Con un presupuesto de 260.000 millones de francos (cerca de cinco billones de pesetas), la educación será el único sector público que generará empleos, permitiendo la creación de 5.000 nuevos puestos de trabajo.

Gasto congelado

El gasto público quedará prácticamente congeladó en términos reales (tras descontar la inflación), pues sólo crecerá el 3%, cuando la previsión de aumento de precios es del 2,5%. El montante global del presupuesto francés en 1992 será de alrededor de 1,33 billones de francos (en torno a los 25 billones de pesetas), según las previsiones eátudiadas por Crésson y Bérégovoy.Los efectivos de la función pública no serán ni aumentados ni disminuidos y los compromisos en materia salarial adoptados con los funcionarios serán mantenidos por el Gobierno francés.

El Ministerio de Defensa será el departamento que más sufrirá el parén presupuestario global, compensando así las alzas de la educación, la investigación, la justicia y la cultura. Y ello pese a que el pasado 14 de julio, el presidente François Mitterrand afirmó que no era su intención reducir espectacularraente el presupuesto militar, puesto que, en su opinión, el mundo atraviesa una situación complicada como la guerra del Golfo y los acontecimientos en la URSS y Yugoslavia han probado. No obstante, Mitterrand añadió: "Si se me demuestra que puede ahorrarse en algun capítulo de nuestro presupuesto de defensa, lo haré".

Los ahorros que Bérégovoy piensa proponer proceden del análisis del relativo estancamiento de la economía francesa. En el primer semestre de este año el crecimiento económico galo ha sido prácticamente nulo y las. previsiones para los próximos meses y el año 1992 tan sólo permiten prever una ligera recuperación.

Crece el paro

Por otra parte, Francia ha recibido de modo casi simultáneo una buena noticia y una mala. La primera es la reducción de su tasa de inflación a una cifra inferior a la alemana por primera vez en 18 años. La segunda es la existencia dé 2,7 millones de desempleados (un 9,3% de la población activa), el número más alto en la historia contemporánea del país.Bérégovoy querría bajar los tipos de interés para reactivar la industria y la creación de puestos de trabajo, aunque esta medida expansiva no es del todo recomendable debido a la debilidad del franco, y sobre todo a la fortaleza del marco alemán.

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