La Guardia Civil se incauta de 1.600 kilos de hachís en un pueblo de Valladolid

La Guardia Civil de Valladolid se incautó el pasado sábado en la localidad vallisoletana de Pedrajas de San Esteban de más de 1.600 kilos de hachís, en una operación policial que se saldó con la detención de un ciudadano holandés y la intervención de un camión de gran tonelaje y un vehículo todoterreno. Según fuentes de la Guardia Civil, varios individuos presuntamente implicados en esta operación de narcotráfico consiguieron eludir el cerco policial que se les tendió.

La operación policial se puso en marcha una vez que las fuerzas de seguridad tuvieron conocimiento de la presencia de l...

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La Guardia Civil de Valladolid se incautó el pasado sábado en la localidad vallisoletana de Pedrajas de San Esteban de más de 1.600 kilos de hachís, en una operación policial que se saldó con la detención de un ciudadano holandés y la intervención de un camión de gran tonelaje y un vehículo todoterreno. Según fuentes de la Guardia Civil, varios individuos presuntamente implicados en esta operación de narcotráfico consiguieron eludir el cerco policial que se les tendió.

La operación policial se puso en marcha una vez que las fuerzas de seguridad tuvieron conocimiento de la presencia de la droga y de los traficantes,El alijo de hachís, valorado en más de 800 millones de pesetas, se encontraba empaquetado en fardos de 20 kilos y estaba escondido en un pedregal del pueblo vallisoletano, a 30 kilómetros de la capital. La incautación de la droga se llevó a cabo gracias al aviso dado a la Guardia Civil por dos vigilantes jurados contratados por el Ayuntamiento de Pedrajas de San Esteban y que tienen como misión evitar la presencia en la zona de los cazadores furtivos.

El pasado sábado, al advertir estos vigilantes la presencia de varios individuos sospechosos dieron parte a la Guardia Civil. Según Radio Nacional de España, los vigilantes jurados, acompañados de varios miembros del instituto armado, fueron al lugar donde se encontraban los sospechosos. Cuando les preguntaron sobre sus actividades, los narcotraficantes les indicaron que estaban manipulando tabaco de contrabando y que, si no daban la alerta, recibirían al final de la operación una propina.

Al identificarse la Guardia Civil y dar el alto a los individuos, estos emprendieron la huida, por lo que uno de los agentes realizó un disparo al aire con su arma. Uno de los integrantes de la banda fue detenido tras una larga persecución. El resto consiguió huir. La operación terminó con la aprehensión de 1.600 kilos de hachís y la intervención de un gran remolque con matrícula de Holanda, un todoterreno y diversos efectos de los narcotraficantes. Por el momento continúan las investigaciones para detener al resto de los integrantes de esta banda, que pretendía realizar la mayor operación de narcotráfico de Valladolid.

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