Renfe prepara un plan de reestructuración para eliminar puestos de trabajo obsoletos
La presidenta de Renfe, Mercè Sala, anunció ayer que su empresa estudia un plan de reestructuración de puestos de trabajo para eliminar todos aquellos que se encuentren obsoletos. Por su parte, el secretario general de la federación de transportes de UGT, Victoriano Sánchez, ha señalado que su sindicato está dispuesto a contribuir a la mejora de la competitividad de las empresas públicas de transporte negociando una eventual renuncia a la huelga en fechas claves.
La presidenta de Renfe, Mercè Sala, señaló que tras el estudio para determinar y eliminar los puestos obsoletos se planteará ...
Regístrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
La presidenta de Renfe, Mercè Sala, anunció ayer que su empresa estudia un plan de reestructuración de puestos de trabajo para eliminar todos aquellos que se encuentren obsoletos. Por su parte, el secretario general de la federación de transportes de UGT, Victoriano Sánchez, ha señalado que su sindicato está dispuesto a contribuir a la mejora de la competitividad de las empresas públicas de transporte negociando una eventual renuncia a la huelga en fechas claves.
La presidenta de Renfe, Mercè Sala, señaló que tras el estudio para determinar y eliminar los puestos obsoletos se planteará la creación de otros de acuerdo con el desarrollo tecnológico de la empresa. La reducción de plantilla se hará cada año al no renovar las vacantes producidas por las jubilaciones o bajas, que son aproximadamente 1.200 cada año, tal y como ha sido acordado en el convenio que acaba de firmarse recientemente y que recoge a su vez la creación de 500 puestos de trabajo.La edad media de la plantilla de Renfe es de 43 años, por lo que aquellos que puedan salir
del actual puesto pueden ser reconvertidos para otras ocupaciones. Con este plan se pretende incrementar la productividad, para igualarla con la que existe en los ferrocarriles franceses. Renfe es la segunda empresa de ferrocarriles de Europa por productividad, justamente detrás de los franceses.Renfe también estudiará un plan de mercancías que irá dirigido a la especialización de productos y dejará paulatinamente la carga general, que no es un negocio rentable.
Por su parte, Victorino Sánchez, de UGT, apuntó la posibilidad de recurrir a fórmulas de
reivindicación que hagan compatible el ejercicio de la huelga con la libre circulación, como la prestación de servicio sin exigir billete.En una rueda de prensa, Sánchez dijo que su sindicato pedirá a la Administración que tanto las organizaciones sindicales como las asociaciones de consumidores tengan la mitad de los miembros de los consejos de administración de empresas públicas.
Sánchez aseguró que la manera de mejorar la gestión de las empresas públicas es cubrir los puestos de la dirección con profesionales, someter su actuación a un estricto control del Parlamento y otorgar mayor participación a los sindicatos y a los consumidores. Actualmente, UGT y CC OO tienen un representante cada uno en los consejos de las empresas públicas.
En la rueda de prensa, Victoriano Sánchez y otros responsables de transporte de UGT criticaron la gestión de Renfe y señalaron que esta empresa se gastó el año pasado 11.462 millones de pesetas en el pago de casi 16 millones de horas extraordinarias. Otros ejemplos de mala gestión de recursos humanos en Renfe, según UGT, son los 1.600 millones de pesetas pagados a los empleados por descansos no disfrutados, 1.073 millones en dietas abonadas a los trabajadores destacados en vacantes no cubiertas o 280 millones en vacaciones no cumplimentadas.