LA DESINTEGRACIÓN YUGOSLAVA

La CSCE acepta el envío de observadores internacionales

Los 35 miembros de la Conferencia para la Seguridad y Cooperación en Europa (CSCE) que ayer iniciaron una reunión de emergencia en Praga para examinar la situación de violencia en los Balcanes, aceptaron la propuesta austríaca de enviar un grupo de observadores internacionales a Yugoslavia, según informó el ministro austriaco de Exteriores, Alois Mock. Los 35 aprobaron, asimismo, un llamamiento urgente para "un completo cese del fuego y de las hostilidades de todas las partes involucradas" en el conflicto yugoslavo.En el texto de la resolución, se apela a las autoridades de Yugoslavia para que...

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Los 35 miembros de la Conferencia para la Seguridad y Cooperación en Europa (CSCE) que ayer iniciaron una reunión de emergencia en Praga para examinar la situación de violencia en los Balcanes, aceptaron la propuesta austríaca de enviar un grupo de observadores internacionales a Yugoslavia, según informó el ministro austriaco de Exteriores, Alois Mock. Los 35 aprobaron, asimismo, un llamamiento urgente para "un completo cese del fuego y de las hostilidades de todas las partes involucradas" en el conflicto yugoslavo.En el texto de la resolución, se apela a las autoridades de Yugoslavia para que "cumplan este llamamiento y los compromisos adquiridos en la Carta de París y en los 10 principios del Acta final de Helsinki, especialmente la renuncia al uso de la fuerza". El presidente checoslovaco, Václav Hável, al inaugurar la sesión convocada por primera vez por los mecanismos de crisis de la CSCE dijo que le alarmaban las noticias procedentes de Yugoslavia referentes a "que el Ejército está fuera de control". El viceministro de Asuntos Exteriores del Gobierno federal yugoslavo, Novac Pribicevic, aseguró que el Gobierno en Belgrado tenía "el control sobre las fuerzas arrnadas". Según Pribicevic, el Ejército recibió la orden de regresar a sus regirnientos.

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Al ingresar en el recién renovado palacio Csernin, sede del Ministerio de Asuntos Exteriores en Praga, un joven le gritó a Hável: "Presidente, ¿los tanques comunistas o el derecho de la gente?". A lo que Hável contestó: "¡El derecho de la gente!". Falta de consenso

Un diplomático occidental comentaba que el mayor problema de la reunión era la falta de consenso y de representatividad. Entre los 35 ministros hay posturas opuestas en lo que se refiere a la tesis de "la integridad territorial yugoslava", apoyada por la URSS, Rumania, Turquía y en menor grado por Francia. Otro grupo de países ven con mayor simpatía la voluntad secesionista de las repúblicas de Eslovenia y Croacia, como es el caso de Austria, Finlandia, Suiza y Alemania, país que cambió su posición sobre la integridad territorial por una de mayor apoyo a las repúblicas.

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