Reportaje:

"Quiero un diario más centrado en la competencia que en la política"

Los italianos han logrado hacer de su política tal embrollo que ahora tienen que recurrir al pragmatismo analítico de un inglés para entenderla. La frase puede servir de introducción, pero John Wyles, esquiva rápido la paradoja. "Nunca había contribuido a crear algo realmente nuevo", reconoce con modestia, "pero sí creo poder aportar a este proyecto los valores del llamado periodismo anglosajón, para hacer un diario que, aun siendo italiano, resulte preciso en cuanto a los hechos y más centrado en la competencia profesional que en los juegos de la política".Wyles, nacido en Birmingham y destac...

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Los italianos han logrado hacer de su política tal embrollo que ahora tienen que recurrir al pragmatismo analítico de un inglés para entenderla. La frase puede servir de introducción, pero John Wyles, esquiva rápido la paradoja. "Nunca había contribuido a crear algo realmente nuevo", reconoce con modestia, "pero sí creo poder aportar a este proyecto los valores del llamado periodismo anglosajón, para hacer un diario que, aun siendo italiano, resulte preciso en cuanto a los hechos y más centrado en la competencia profesional que en los juegos de la política".Wyles, nacido en Birmingham y destacado periodista del Financial Times durante los cuatro últimos lustros de su vida, ha roto así sus amarras en el prestigioso diario británico, que hace pocos meses le ofrecía la dirección de la sección de internacional y al que sigue considerando como "el mejor para trabajar".

Un paso decisivo para quien, de muchacho, cuando estudiaba Políticas en la Universidad de Liverpool, apenas si encontraba el momento de desmelenarse en la ola creciente de los Beatles, porque se sentía inseguro y temía no ser capaz de terminar la carrera que había elegido.

Barreras culturales

El periodismo y el Financial Times, que vendrían luego, un poco por azar de su curiosidad y otro tanto por rechazo del trabajo convencional de empresa, le llevaron primero a Nueva York y luego a Bruselas, donde consolidó una vocación europea que desempeña un papel en su decisión de ahora.Porque Wyles entiende que L'Independente es una oportunidad dorada para "romper algunas barreras culturales" y reconoce que es difícil que un periódico inglés se la ofreciera a un extranjero como él es en Italia.

Roma representa, con todo, un hito atípico en la trayectoria profesional de Wyles, que, durante los últimos cinco años, desempeñó la corresponsalía del Financial Times en la capital italiana, centro generador de historias vivas, pero no de las grandes noticias internacionales que habían caracterizado su carrera. Hubo antes un cierto cansancio de la rígida estratificación social británica y de la manía clasificatoria de sus compatriotas. Fueron también 12 años de veraneos en la geografía italiana, con su mujer y sus dos hijas, que desembocaron en una opción nutrida de sentimientos contradictorios.

Ausencia de normas

"De Italia me atrae, por supuesto, su belleza física, pero también la amabilidad y la inteligencia de sus gentes, que creo que es superior a la media inglesa. Me irrita, en cambio, la ausencia de normas claras, el hecho de que haya muchísimas leyes y que ninguna se aplique. Hay un sentido de la responsabilidad social subdesarrollado", dice Wyles.El periodista inglés esta convencido de que Italia afronta ahora su primera auténtica crisis política de la posguerra, pero no duda de que los italianos reaccionarán, como siempre, con inesperada presteza.

Y está igualmente seguro de cual es su inserción en ese proceso: "Aceptar el trabajo de L'Independiente es para mí una opción europea en cuanto a cómo y dónde deseo vivir", dice. "No quiero ni tener que plantearme la posibilidad de volver a trabajar en Londres, porque no es ésa mi idea".

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