Harald V, consagrado como rey de Noruega

Con una solemne ceremonia en la catedral de Nidaros, antigua ciudad medieval que desde 1931 adoptó el nombre de Trondheim, la pareja real noruega, Harald V y Sonia, recibió la bendición de la Iglesia que consagra su instalación en el trono. Se cierra de esta manera un ciclo que comenzó el pasado mes de enero, cuando, tras el fallecimiento de su padre, Olaf V, accedió al cargo su hijo Harald.

Harald ejerció durante meses la regencia noruega debido a la enfermedad que aquejaba a su padre, Olaf. La consagración en Trondheim fue oficiada por los obispos Finn Wagle y Andreas Aarflot en prese...

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Con una solemne ceremonia en la catedral de Nidaros, antigua ciudad medieval que desde 1931 adoptó el nombre de Trondheim, la pareja real noruega, Harald V y Sonia, recibió la bendición de la Iglesia que consagra su instalación en el trono. Se cierra de esta manera un ciclo que comenzó el pasado mes de enero, cuando, tras el fallecimiento de su padre, Olaf V, accedió al cargo su hijo Harald.

Harald ejerció durante meses la regencia noruega debido a la enfermedad que aquejaba a su padre, Olaf. La consagración en Trondheim fue oficiada por los obispos Finn Wagle y Andreas Aarflot en presencia de unos 2.000 asistentes, entre los que se encontraban los representantes del Gobierno, encabezados por la primera ministra, Gro Harlem Bruntland.En Trondheim, antigua capital noruega, fue coronado el primer rey del país, Haakon, el 22 de junio de 1906, tras la disolución de los vínculos de Noruega con la corona de Suecia. La ceremonia consistía entonces en la colocación de la corona por parte del obispo de la ciudad. Más recientemente, en 1958, el padre del actual rey Harald, Olaf, fue bendecido por primera vez en una ceremonia en la que el obispo inviste al rey por voluntad de Dios y le pide que le ilumine en el ejercicio de su cargo. El servicio religioso de ayer sirvió para testimoniar una vez más el cariño y la popularidad de la pareja real entre el pueblo noruego. Al término del acto en la catedral gótica construida en el siglo XIII, la pareja real, escoltada por los altos funcionarios de la Iglesia, se dirigió con su familia hacia la residencia real en la ciudad. La profunda identificación entre la corona, el Gobierno y la Iglesia quedó evidenciada una vez más con el acto de ayer. El recorrido hasta Trondheim para la ceremonia de la bendición se inició en Oslo el pasado día 20. Se trata de un viaje que la tradición impone que se realice en tren. El regreso hacia la capital se hará por barco a lo largo de la costa, y durante el viaje el rey recibirá en cada ciudad el saludo del pueblo en los distintos puntos de su itinerario. El nuevo rey de Noruega, Harald V, compareció ante el Parlamento el pasado 22 de enero, ante el cual pronunció un discurso en el que prometió servir a la nación tal como lo había hecho su padre y sus antecesores.

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