Cacerolada en la noche

Los integristas argelinos llamaron el jueves a un popular desafío pacífico a los militares que controlan el estado de sitio. La iniciativa partió de los imames de algunas de las mezquitas más calientes de la ciudad de Argel.Los responsables de los templos convocaron a los ciudadanos a transgredir el toque de queda y a enfrentarse pacíficamente con las Fuerzas Armadas, apostadas en la ciudad desde hace dos días.

La primera acción se llevó a término a las once de la noche del jueves, con ocasión de la entrada en vigor del primer toque de queda. Los barrios populares de Argel -la Ka...

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Los integristas argelinos llamaron el jueves a un popular desafío pacífico a los militares que controlan el estado de sitio. La iniciativa partió de los imames de algunas de las mezquitas más calientes de la ciudad de Argel.Los responsables de los templos convocaron a los ciudadanos a transgredir el toque de queda y a enfrentarse pacíficamente con las Fuerzas Armadas, apostadas en la ciudad desde hace dos días.

La primera acción se llevó a término a las once de la noche del jueves, con ocasión de la entrada en vigor del primer toque de queda. Los barrios populares de Argel -la Kashba, Bab el Ued, El Harrach y Kuba, entre otros- estallaron en gritos, mientras las mujeres y los niños bajaban a la calle blandiendo cacerolas y cualquier objeto susceptible de hacer ruido. Se encararon con las fuerzas de seguridad animándoles a disparar al pecho. Los menos osados se quedaron en los balcones lanzando gritos -"yu yu"-, cantando canciones y exclamando de manera atronadora su eslogan preferido: "Alá es grande".

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En los barrios de El Harrach y Kuba se produjeron incidentes mucho más graves, cuando unos desconocidos dispararon contra los soldados, desencadenando una refriega que se ha saldado con cinco militares heridos. Un almacén de alimentos estuvo a punto de ser incendiado. La policía ha practicado, en la primera noche del toque de queda, un total de 30 detenciones.

En la plaza del Primero de Mayo los integristas lanzaron desde sus domicilios fuegos de artificio, y en algunos de los barrios las algaradas callejeras se prolongaron hasta las 3.30 de la madrugada, hora en que se levanta el toque de queda y se efectúa la primera oración del día.

Como consecuencia de estos incidentes las fuerzas de seguridad redoblaron su presencia en los barrios calientes de Argel. Pero aun así se preveía que a la noche siguiente se volvieran a producir enfrentamientos con las fuerzas de seguridad.

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