La escasez de personal en la funeraria obliga a trasladar hasta cinco cadáveres en cada furgón

La escasez de personal y medios en la funeraria municipal madrileña, cuya plantilla fue reestructurada en 1990, ha obligado a desplazar en numerosas ocasiones hasta cuatro o cinco cadáveres a la vez en un mismo furgón mortuorio. Estos traslados múltiples, que se realizan a pesar de que los familiares del finado pagan por tener un vehículo en exclusiva, dificultan el que los allegados puedan seguir el furgón. Los trabajadores de la funeraria tienen que mentir. "No le puedes decir a un familiar: 'Váyase a tomar un café, que voy a seguir recogiendo muertos y luego llevo el suyo", explican.
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La escasez de personal y medios en la funeraria municipal madrileña, cuya plantilla fue reestructurada en 1990, ha obligado a desplazar en numerosas ocasiones hasta cuatro o cinco cadáveres a la vez en un mismo furgón mortuorio. Estos traslados múltiples, que se realizan a pesar de que los familiares del finado pagan por tener un vehículo en exclusiva, dificultan el que los allegados puedan seguir el furgón. Los trabajadores de la funeraria tienen que mentir. "No le puedes decir a un familiar: 'Váyase a tomar un café, que voy a seguir recogiendo muertos y luego llevo el suyo", explican.

Los precios de la funeraria madrileña varían, según los servicios que se soliciten, entre las 160.000 y las 400.000 pesetas.De los empleados de la empresa mixta de servicios funerarios, unos 200 fueron reclasificados, perdiendo su anterior categoría laboral. Uno de los trabajadores afirma: "Antes yo era conductor; ahora tengo que barrer el suelo, bajar cadáveres por las escaleras de las casas o hacer de peón de almacén".

La diversidad de tareas que deben desempeñar los empleados hizo que hasta hace pocas fechas se careciese de material suficiente para cada uno de ellos. Un oficial de servicio asegura: "Hasta hace nada, al no tener mascarilla, para realizar mi labor tenía que encenderme un cigarrillo para utilizarlo como filtro y evitar el olor de los cuerpos en descomposición".

Actualmente, el 20% de los 84 vehículos de la empresa tiene más de siete años de antigüedad. Una media de 11 de ellos no pueden salir a la calle porque están de baja diariamente. Algunos coches superan los 400.000 kilómetros. Un conductor asegura que "una avería es bastante normal. Hace poco a un compañero se le estropeó la ambulancia a 40 kilómetros de Madrid. Eran las tres de la madrugada. Había un cliente en el interior".

Una de las más importantes deficiencias del Tanatorio madrileño es su sistema informático, que ha costado 147 millones de pesetas. El 54% de los días de enero, febrero y marzo ha habido fallos totales o parciales en los ordenadores. En algunas jornadas las computadoras quedan totalmente bloqueadas y se tienen que realizar los registros a mano. Las respuestas que dan los terminales a los familiares de los fallecidos "son irrepetibles", según un operario.

Además, en los últimos meses el tiempo de espera (desde que se recibe la llamada en las oficinas hasta que el personal funerario llega al lugar indicado) ha aumentado de 2,5 a más de cuatro horas.El concejal socialista Leandro Crespo señala que "al mal funcionamiento de la empresa municipal hay que añadir los 9.000 millones de pesetas de déficit acumulado. El actual equipo de gobierno está hipotecando la funeraria hasta límites inadmisibles, porque la quiere vender. El actual presidente de la funeraria, Simón Viñals, ha mantenido conversaciones para su privatización".

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'Robo' de cadáveres

Los representantes de UGT coinciden con Crespo en que "la venta está muy cercana" y, por tanto, "peligran los 543 puestos de los empleados no funcionarios de la empresa municipal". Sus temores se acrecientan ante el robo de cadáveres en hospitales por parte de empresas piratas. Se calcula que a la entidad municipal le desaparecen de su jurisdicción en torno a los 1.000 cadáveres al año, lo que ocasiona pérdidas de unos 500 millones de pesetas anuales.

El concejal de Sanidad y presidente de la empresa funeraria, Simón Viñals, confirma la pérdida de fallecidos a manos de empresas de la periferia, pero niega rotundamente "la posibilidad de privatizar, en estos momentos, la funeraria municipal ".

Mientras, el próximo 13 de mayo y gracias a un préstamo de 4.500 millones del Banco de Crédito Local, se van a licitar las obras de 55.991 nuevos nichos en el cementerio de Carabanchel Sur. Otro crédito de unos 3.000 millones, servirá para construir del Tanatorio del Sur, con 60 nuevas salas.

Para Leandro Crespo, "todo esto es una locura. ¿Para qué quiere Madrid tantos nichos que tardarán en ser ocupados más de 15 años?

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