Aire de cementerio

En Taurianova, la localidad de 16.000 habitantes de la provincia de Regio Calabria donde el viernes fueron asesinadas cinco personas por la Mafia calabresa, la Ndranghetta, se respira aire de cementerio. Las autoridades han prohibido los funerales públicos de las víctimas, mientras en las paredes resalta, como una provocación amenazadora, el recordatorio del primer muerto del viernes negro, Rocco Zagari, que era un capo (jefe). De ahí el terror. Porque cuando un jefe de la Mafia- es asesinado, el clan rival tiene que asesinar, "por lo menos, a otros seis" de sus enemigos.

A las pocas ho...

En Taurianova, la localidad de 16.000 habitantes de la provincia de Regio Calabria donde el viernes fueron asesinadas cinco personas por la Mafia calabresa, la Ndranghetta, se respira aire de cementerio. Las autoridades han prohibido los funerales públicos de las víctimas, mientras en las paredes resalta, como una provocación amenazadora, el recordatorio del primer muerto del viernes negro, Rocco Zagari, que era un capo (jefe). De ahí el terror. Porque cuando un jefe de la Mafia- es asesinado, el clan rival tiene que asesinar, "por lo menos, a otros seis" de sus enemigos.

A las pocas horas, en efecto, habían caído ya el viernes, bajo los tiros rivales, cuatro personas, una de las cuales acabó decapitada, y su cabeza había sido blanco de escarnio, disparándole en el aire como a un globo de la feria.Pero todos saben que no ha acabado el rosario de muertos. Ya, dos hijos de uno de los muertos del viernes, Giovanni Grimaldi, de 18 y 14 años, han resultado, en la mañana de ayer, gravemente heridos, tras haberles disparado dentro de casa dos mafiosos vestidos de carabineros, mientras en el pueblo Laura de Borello, a 30 kilómetros de Taurianova, otras tres personas fueron ajusticiadas dentro de un bar, ante los ojos horrizados de los presentes.

En Taurianova, los muertos por la Mafia desde el principio del año son 32, y en la provincia de Regio, 80, de un total de 105 en toda la region.

Taurianova es prácticamente una ciudad asediada, donde las mismas fuerzas del orden no sólo se sienten impotentes ante la Mafia, sino que hasta confiesan su miedo, y donde en el cementerio los cuerpos de los cinco asesinados tuvieron que ser enterrados "escoltados por los carabineros" por temor a que sus restos mortales fueran nuevamente profanados antes de recibir sepultura.

Han sido prohibidas hasta las fiestas patronales, a las que iba a ir a cantar Nicola de Bari, mientras el obispo del lugar ha anunciado una visita para hablar a la población, que por el momento sigue encerrada en sus casas, con las calles y bares desiertos.

Guerra de sucesión

El teniente de carabineros Dario Steven explica su teoría sobre la cadena de ejecuciones mafiosas diciendo que se trata de una guerra de sucesion: porque Roeco Zagari, enfermero general del hospital de la ciudad, amigo y antagonista a la vez del jefe Giovinazzo, tenía las dotes para adueñarse del poder en el clan. Y alguien decidió acabar con él en la barbería, lugar casi mítico de las ejecuciones excelentes de la Mafia, junto con las carnicerías, por el simbolismo de las navajas y cuchillos.

Los grupos en lucha en Taurianova son Zagari-Avignone-Viola-Giovinazzo, por un lado, y Asciutto-Alampi-La Ficara, del otro. Al caer bajo las balas el jefe Zagari, en seguida se desencadenó la venganza: en la ciudad han muerto ya cuatro y dos han resultado heridos, pero, al parecer, los que acaban con vida no entran en la cuenta de los que deben ser ejecutados tras la muerte de un jefe.

Según comentaba el diario La Repubblica, en Taurianova, donde se sabe (que existen 400 militares de los diveros grupos mafiosos y que es una importante encrucijada de tráfico de droga, "el Estado, incapaz de controlar a los mafiosos, se limita, impotente, a prohibir los funerales de las víctimas".

[La Mafia asesinó ayer en Sicilia a otras tres personas, informa Efe].