Privilegiados

En la edición de EL PAÍS del 7 de abril de 1991 y bajo el título de En el país de los chollos, se describen pormenorizadamente algunos de los múltiples chollos de que gozan muchos españoles en razón de su puesto de trabajo, si distinguir entre empleados públicos o de la empresa privada. No obstante, creo que se han dejado algunas cosas en el tintero cuando han anunciado / denunciado el caso. Por ello quiero hacer tres puntualizaciones al respecto.1. Echo en falta una sección dedicada a los múltiples chollos de que gozan los políticos, como los viajes a costa del presupuesto o los aviones, públ...

En la edición de EL PAÍS del 7 de abril de 1991 y bajo el título de En el país de los chollos, se describen pormenorizadamente algunos de los múltiples chollos de que gozan muchos españoles en razón de su puesto de trabajo, si distinguir entre empleados públicos o de la empresa privada. No obstante, creo que se han dejado algunas cosas en el tintero cuando han anunciado / denunciado el caso. Por ello quiero hacer tres puntualizaciones al respecto.1. Echo en falta una sección dedicada a los múltiples chollos de que gozan los políticos, como los viajes a costa del presupuesto o los aviones, públicos para ahorrarse atascos de tráfico.

2. Cuando se habla de los funcionarios hubiera sido de Justicia senalar que no todo el monte es orégano que, por ejemplo. los funcionarios tienen también antichollos como el de que sólo cobran dos pagas extras y que el importe de éstas es bastante menos de la mitad del de una paga normal (si le cabe alguna duda tiene a su disposición mis nóminas).

3, Finalmente, me hubiera gustado que hubiesen dedicado alguna sección a describir los chollos de que gozan los periodistas, por aquello de predicar con el ejemplo. Un caso tengo entendido que los periodistas de su periódico pueden llevarse a casa. gratis, todos los días, un ejemplar de EL PAÍS. Pues bien, salvo error de cálculo por mi parte, a los precios actuales eso significa que cada periodista tiene al año un chollo de 34.140 pesetas, lo que quiere decir que un periodista puede pagar la matrícula universitaria de su hijo durante toda la carrera con lo que se ahorra en periódicos en siete años y medio.-