Cartas al director

Elogios y críticas a Manuel Vicent

Cada año, allá por mayo y San Isidro, Manuel Vicent carga su pluma con amarillenta bilis y nos obsequia con una columnita antitaurina. Pero, hete aquí que esta vez se anticipa y aprovecha el festival de Las Ventas pro catedral de la Almudena para marcarse un articulito en el que no sólo se pasa, como de costumbre, sino que ya mea fuera del tiesto. Cuando escribe de toros, a Vicent le pierde la demagogia más barata y el desconocimiento absoluto (confunde toros con novillos, quizá para sensibilizar más), aderezados con su fijación por la caspa, elemento dermatológico que, no sé por qué extra...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Cada año, allá por mayo y San Isidro, Manuel Vicent carga su pluma con amarillenta bilis y nos obsequia con una columnita antitaurina. Pero, hete aquí que esta vez se anticipa y aprovecha el festival de Las Ventas pro catedral de la Almudena para marcarse un articulito en el que no sólo se pasa, como de costumbre, sino que ya mea fuera del tiesto. Cuando escribe de toros, a Vicent le pierde la demagogia más barata y el desconocimiento absoluto (confunde toros con novillos, quizá para sensibilizar más), aderezados con su fijación por la caspa, elemento dermatológico que, no sé por qué extraños componentes freudianos, siempre asocia con las corridas de toros.Cuando alguien, desde su privilegiada posición en un medio de comunicación, recurre al insulto, la trampa y la vejación para reafirmar sus opiniones, no merece más que el descrédito más absoluto, acompañado de una sonora carcajada, pues, señor Vicent, usted ya da risa.-

Más información
Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Archivado En