El valor de lo concreto

La inversión no sabe todavía cómo interpretar el giro de la política económica anunciado hace unos días por el Gobierno, sobre todo porque los acontecimientos van más despacio de lo que sería deseable o, posiblemente, porque no es lo mismo hacer una declaración de intenciones que tomar iniciativas. Si a primeras horas de la mañana nadie sabía bien qué hacer en el mercado de renta variable, al conocerse los resultados de la subasta decenal de certificados de depósito, con repetición del tipo de interés y una adjudicación de sólo el 15% de las peticiones, cundió el desánimo, aunque eso no pudo i...

La inversión no sabe todavía cómo interpretar el giro de la política económica anunciado hace unos días por el Gobierno, sobre todo porque los acontecimientos van más despacio de lo que sería deseable o, posiblemente, porque no es lo mismo hacer una declaración de intenciones que tomar iniciativas. Si a primeras horas de la mañana nadie sabía bien qué hacer en el mercado de renta variable, al conocerse los resultados de la subasta decenal de certificados de depósito, con repetición del tipo de interés y una adjudicación de sólo el 15% de las peticiones, cundió el desánimo, aunque eso no pudo impedir que el dinero continuara imponiéndose al papel. A falta de un mercado orientado con fuerza al alza, los inversores se conformaron con los datos concretos y jugaron fuerte en Tubacex, un valor que negoció en esta sesión el 7,1% de su capital social y que a lo largo de febrero ya había contratado el 12% de sus acciones. La subida de precio -85 pesetas por acción- ha sido uno de los escasos alicientes de esta jornada.Wall Street, mercado del que se temen reacciones imprevistas, apenas aportó datos para poner sacar alguna conclusión, con lo que la bolsa española mantuvo su orientación sin cambios sustanciales. El índice se anotó una subida de 1,4 puntos al cierre de la sesión de la jornada de ayer.