35.000 soldados británicos se lanzan a la batalla con el apoyo de toda la nación

Los alrededor de 35.000 soldados británicos destacados en el Golfo iniciaron ayer la campaña terrestre de la Operación Tormenta del Desierto con el abso luto apoyo de la nación, de la reina a la presidenta de la lánguida campaña pacifista de las pasadas semanas. El 27% de los británicos desearía que las tropas ocupasen Bagdad, y un 17%, que se usen bombas nucleares tácticas si Irak emplea armas químicas.La parquedad de las noticias que llegaban del Golfo eran absorbidas con ansia por una nación que, una vez más, se ha lanzado a la guerra con una determinación fuertemente enraizada en la creenc...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Los alrededor de 35.000 soldados británicos destacados en el Golfo iniciaron ayer la campaña terrestre de la Operación Tormenta del Desierto con el abso luto apoyo de la nación, de la reina a la presidenta de la lánguida campaña pacifista de las pasadas semanas. El 27% de los británicos desearía que las tropas ocupasen Bagdad, y un 17%, que se usen bombas nucleares tácticas si Irak emplea armas químicas.La parquedad de las noticias que llegaban del Golfo eran absorbidas con ansia por una nación que, una vez más, se ha lanzado a la guerra con una determinación fuertemente enraizada en la creencia de que el conflicto bélico es una actividad noble; ac tividad en la que, por otra parte, la historia ha sido tradicional mente generosa con los isleños triunfadores en numerosas batallas libradas en tierras extrañas.

La definitiva ruptuira de hostilidades fue recibida con alivio tras semanas de incertidumbre y vaivenes diplomáticos. La reina envió un mensaje a las tropas en el que les aseguraba que se habían ganado la admiración de todos los ciudadanos y las felicitaba por cómo se habían comportado. Ella misma se dirigió al país con un mensaje en. esos mismos términos, que concluyó mostrando su esperanza en el logro de una paz justa y duradera en el Golfo.

El primer ministro, John Major, compareció a mediodía, en su residencia de fin se semana de Chequers, para reiterar que la naturaleza del régimen iraquí y sus últimas atrocidades hacían imposible tratar con él de forma normal y que la escalada bélica estaba justificada. "El conflicto no será largo, pero puede que sea feroz", advirtió. "No me cabe duda de que está justificado y que vamos a ganar". Major señaló que las tropas serán repatriadas en cuanto sea posible, que la ofensiva terrestre va mejor de lo esperado y que las bajas "son muy bajas, hasta ahora". En resumen, que está "satisfecho, pero prudente" y que "pueden llegar días más dificiles".

Hasta los pacifistas dejaron temporalmente de lado sus escrúpulos para alinearse con las tropas. "Ahora que la campaña ha empezado, espero que sea breve y que los objetivos se limiten a la liberación de Kuwait", comentó Marjorie Thompson, presidenta de la Campaña para el Desarme Nuclear (CND, la veterana organización pacifista británica) y ahora también de la Campaña para Parar la Guerra.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Archivado En