El hospital de Alcorcón seguirá abierto pese a las protestas de los vecinos

Desde hace más de 18 años los 16 vecinos de los números 6 y 8 de la travesía de Soria, en Alcorcón, se quejan de las molestias que les ocasiona el hospital Hermanos Laguna, cuyos bajos comparten. Los ruidos y el mortuorio están demasiado cerca de sus casas, pero hasta que no haya nuevo hospital, en 1995, este centro sanitario, aunque reformado, seguirá funcionando.

La puerta del mortuorio del hospital Hermanos Laguna está, desde hace nueve años, justo entre los dos portales de esta travesía de Soria. Pero de lo que más se quejan los vecinos es de los ruidos y vibraciones de los motores ...

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Desde hace más de 18 años los 16 vecinos de los números 6 y 8 de la travesía de Soria, en Alcorcón, se quejan de las molestias que les ocasiona el hospital Hermanos Laguna, cuyos bajos comparten. Los ruidos y el mortuorio están demasiado cerca de sus casas, pero hasta que no haya nuevo hospital, en 1995, este centro sanitario, aunque reformado, seguirá funcionando.

La puerta del mortuorio del hospital Hermanos Laguna está, desde hace nueve años, justo entre los dos portales de esta travesía de Soria. Pero de lo que más se quejan los vecinos es de los ruidos y vibraciones de los motores del hospital, algunos de los cuales están instalados en el patio de las viviendas. Ruidos que se acrecientan en la temporada de verano, cuando se pone en marcha el aire acondicionado del centro."Yo siempre duermo con tres o cuatro personas, en mi habitación", comenta una de las vecinas y explica que, la pared de su alcoba está pegada a una de las habitaciones del hospital y oye las quejas y las llamadas de los enfermos.Según María Calderón, otra vecina, los vasos se mueven por la noche en las estanterías y los cubiertos se caen de las mesas debido a las vibraciones.

Una comisión de estos vecinos se entrevistó hace un par de semanas con la doctora Paloma Alonso, gerente de atención especializada del área sanitaria número 8, de quien depende el hospital. Alonso reconoció las molestias que tienen que sufrir los vecinos, comprometiéndose a paliar al máximo todas las deficiencias que les afectan.Pero el cierre no es, ni mucho menos, inminente. El resto de los vecinos de Alcorcón, por otra parte, son contrarios a dicho cierre.

Esperar o trasladarse

El edificio, que en principio fue concebido como hotel, está sufriendo ahora obras de remodelación que se realizan por fases precisamente para evitar su cierre. En el proyecto se incluye la instalación de paredes de aislamiento e insonorización con paneles y pantallas para paliar el problema, aunque no al ciento por ciento. En cuanto al mortuorio, se trasladará a la otra parte del inmueble.Hasta que el nuevo hospital entre en funcionamiento, según todas las previsiones en 1995, el Hermanos Laguna seguirá abierto como centro de urgencias de 24 horas y posteriormente pasará con toda probabiIidad a ser un centro de salud.

Los vecinos tendrán que conformarse hasta entonces o seguir el incómodo ejemplo de algunos, que han preferido abandonar antes de seguir soportando molestias. Una de las viviendas se ha vendido ya seis veces, la última por la módica cantidad de seis millones de pesetas.

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