La escudería de la escoba

El Ayuntamiento adquiere modernos vehículos para la limpieza de Madrid

Los servicios municipales de limpieza están de estreno. En las últimas semanas han ido llegando a sus garajes extraños cacharros procedentes de Estados Unidos, el Reino Unido o Alemania; el último grito en su especie. Máquinas con trompa de elefante para el repaso de aceras, pequeñas sopladoras de aire que amontonan las hojas desprendidas de los árboles o motos con cabina y manga absorbente para combatir las deposiciones caninas son algunos de los 14 modelos distintos adquiridos recientemente por la Concejalía de Medio Ambiente.

Aireador de praderas. Precio por unidad: 600.000 pesetas C...

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Los servicios municipales de limpieza están de estreno. En las últimas semanas han ido llegando a sus garajes extraños cacharros procedentes de Estados Unidos, el Reino Unido o Alemania; el último grito en su especie. Máquinas con trompa de elefante para el repaso de aceras, pequeñas sopladoras de aire que amontonan las hojas desprendidas de los árboles o motos con cabina y manga absorbente para combatir las deposiciones caninas son algunos de los 14 modelos distintos adquiridos recientemente por la Concejalía de Medio Ambiente.

Aireador de praderas. Precio por unidad: 600.000 pesetas Cantidad adquirida: dos. Utilidad: esponjar la tierra o, lo ques lo mismo, hacer agujeros para que se airee el subsuelo que tiende a apelmazarse. Método al que sustituye: Forzudo jardinero que tenía que arrastrar sobre la pradera un pesado rodillo con púas.Durante el último año, la Concejalía de Medio Ambiente ha adquirido unos 60 vehículo -parte de ellos son prototipos experimentales- que han revolucionado algunos de los sistemas tradicionales de limpieza viaria o cuidado de parques. La cantidad es todavía escasa para arrinconar la escoba o el azadón, aunque parte de la plantilla ha notado el cambio.

Los 15 nuevos cortacéspedes, por ejemplo, han llegado con plaza de asiento incorpora da. El operario, que ya no tiene que empujar, puede llegar a depilar hasta 5.000 metros cuadrados por hora de césped. Alguna de las máquinas tampoco necesita que vaya un operario detrás recogiendo las briznas cortadas. Ella solita se las traga. Las cortadoras, que, han costado entre 800.000 y 1,1 millones de pesetas, están nueve citas, a la espera de la temporada de siega.

Las que sí se han estrenado son las seis sopladoras -a 100.000 pesetas la unidad- que han resultado ser un invento excepcional para luchar contra la gran pesadilla de un jardinero: la caída de la hoja. Los aparatitos, similares a un corta césped, con una enorme boca similar a la de las aspiradoras caseros, tienen la cualidad de lanzar corrientes de aire con tal habilidad que las hojas muertas quedan amontonadas en orden y prestas para su recogida.

Toneladas de hojas

Entonces entra en acción la barredora, uno de los aparatos más caros de la nueva flotilla y de los pocos con sello español. Se han adquirido dos unidades, a ocho millones de pesetas cada una. Aunque no había más re medio. Según José Sillero, en cargado del negociado de maquinaria, "es impresionante el Retiro en noviembre, con toneladas y toneladas de hojas que recoger". La barredora coge los montones con palas mecánicas y los vuelca en un depósito. Pero la cadena sigue. Los 7,5 millones de pesetas invertidos en dos compactado ras han resuelto el problema del traslado final de las hojas. "Cada compactadora prensa la hoja, por lo que puede transportar lo que cinco camiones. Además, al ser un compartimiento cerrado, las hojas no se vuelan por el camino", comenta Sillero. Esta máquina facilita además la fabricación del mantillo que los servicios de parques y jardines utilizan como abono.

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Los ingredientes de esta útil receta son: hojas prensadas, paja de los lechos de los caballos de la Policía Municipal, restos de las podas convenientemente triturados y Iodos procedentes de las depuradoras de agua.

El negociado ha conseguido además cinco coches eléctricos iguales a los que recorren los campos de golf. Unos se utilizan para el traslado de plantas en los viveros de la Casa de Campo. Otros, para que los técnicos inspeccionen cómodamente el parque del Retiro.

La plantilla municipal los ha bautizado con chispa como papamóviles por el aspecto que presentan en invierno, recubiertos de unas fundas de plástico transparente. Sea como fuere, los cochecitos, que tienen una autonomía de ocho horas -se recargan por la noche- y no sobrepasan los 20 kilómetros a la hora, levantan curiosidad y envidia entre los paseantes. Alguno ha llegado a ofrecer su coche a cambio. Y no haría mal negocio. Un papamóvil sale por un millón de pesetas.

Trompa mecánica

El elefante es la estrella de la flotilla dedicada a la impieza viaria. Los servicios municipales ha alquilado tres de estos vehículos para estudiar su funcionamiento antes de decidir la compra. El paquidermo en cuestión tiene una gran trompa mecánica con ruedas que nace del techo del aparato. El operario dirige la succión desde la parte delantera del vehículo, protegido en una campana de vidrio.El elefante ha resultado ser el aparato más complicado de manejar y el único que ha requerido explicaciones extras para sus conductores. Su misión es dar un último repaso al suelo ya barrido, y se está experimentado en los bulevares. Su principal problema es su relativa utilidad en terrenos arenosos. En principio se había pensado para la limpieza. de bordillos ocupados por coches, pero su boca ha resultado ser muy grande para esta misión.

La lista de necesidades mecánicas del negociado de Sillero sigue siendo amplia, aunque él tiene claro cuál es. su máquina más deseada: coches eléctricos para todos los servicios municipales, incluido el transporte oficial del alcalde. Para todos "menos para la policía, claro".

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