La Seguridad Social destituirá a los gerentes de las mutuas que incumplen las incompatibilidades

La Seguridad Social piensa destituir a los directores gerentes de las mutuas patronales de accidentes de trabajo que sigan incumpliendo las incompatibilidades aplicadas en la reforma que entró en vigor con la Ley de Presupuestos Generales de 1990. En esa norma se dice además que las mutuas que no reúnan 50 empresas y 30.000 trabajadores deben fusionarse; proceso que va muy avanzado, aunque no a entera satisfacción de Trabajo, que está detectando "tendencias oligopolistas", cuando su recomendación es que se configuren entidades con unos 500.000 trabajadores protegidos.

Los responsables d...

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La Seguridad Social piensa destituir a los directores gerentes de las mutuas patronales de accidentes de trabajo que sigan incumpliendo las incompatibilidades aplicadas en la reforma que entró en vigor con la Ley de Presupuestos Generales de 1990. En esa norma se dice además que las mutuas que no reúnan 50 empresas y 30.000 trabajadores deben fusionarse; proceso que va muy avanzado, aunque no a entera satisfacción de Trabajo, que está detectando "tendencias oligopolistas", cuando su recomendación es que se configuren entidades con unos 500.000 trabajadores protegidos.

Los responsables de la Seguridad Social consideran que las grandes concentraciones no son eficaces y recomiendan mutuas con un número de trabajadores protegidos en el entorno de los 500.000. Es el tamaño que, desde su experiencia, permite mejor prestación de servicios, mayores rendimientos y más transparencia en la gestión de unas entidades que protegen a 7,8 millones de trabajadores, y cuentan con 730 centros asistenciales y unos ingresos en cuotas de 283.569 millones de pesetas, según datos del cierre del ejercicio 1989.El secretario general de la Seguridad Social, Adolfo Jiménez, asegura que se va a evitar que "se vaya configurando un oligopolio totalmente perjudicial para la gestión y nada positivo para los gastos de administración". Si no se cumplen esas directrices, el Ministerio de Trabajo maneja la posibilidad de "un sistema de control fiscal más intenso y posiblemente diario". Su consejo es que vayan a una agrupación natural y sin una competitividad injustificada, consistente en que las grandes están quitando empresas a otras mutuas.

Asimismo se aplicarán rigurosamente todos los controles en vigor y se van a establecer otros nuevos, como la colaboración en la gestión de los sindicatos, a través de la participación institucional tripartita -de Administración, patronal y centrales sindicales-.

La justificación que da Adolfo Jiménez es que "toda la actividad de las mutuas está integrada en la Seguridad Social, y por lo tanto es lógico que se articule un sistema de vigilancia y control de la gestión". La Seguridad Social está dispuesta a evitar que haya utilización indebida o aplicación de primas promedio, así como ofertas para derivar costes a la Seguridad Social, y rendimientos inferiores o no justificados.

Además va a comprobar la evolución de los gastos de administración, sobre todo en sueldos de los directivos, y la utilización restringida de los datos que pertenecen al sistema público. Se persigue con, ello "que no haya ninguna confusión entre los intereses de las mutuas, que son de la Seguridad Social, con intereses ajenos de otras entidades, fundaciones o holding y evitar confusiones entre personas que se dedican a otras actividades".

24 entidades fusionadas

A lo largo de 1990 y el tiempo transcurrido de 1991 se ha iniciado el proceso de fusión y, de las 112 mutuas que había, el número se ha reducido a 88, mediante 17 integraciones por absorción, una de ellas múltiple, y dos de fusión. Otras 19 entidades han iniciado gestiones para su integración.De las 88 entidades actuales, dos de ellas cuentan con más de un millón de trabajadores protegidos; otras dos, entre 500.000 y un millón; y 39, entre 30.000 y 500.000. Las 45 restantes tienen menos de K.O00 trabajadores, por lo que ni alcanzan el requisito mínimo. Se da, por tanto, una fuerte concentración en dos mutuas con un número de trabajadores muy superior al recomendado.

La reforma de las mutuas permite a la Seguridad Social establecer planes de viabilidad -se están aplicando ahora en cinco de ellas-, intervenirlas y suspender en sus funciones a los directivos que incumplarí las incompatibilidades. Estas determinan que no podrán ser directores gerentes de mutuas quienes pertenezcan al consejo de administración o desempefien actividades remuneradas en alguna de las empresas asociadas. Tampoco pueden formar parte de la junta directiva de una mutua ni ejercer otros cargos las personas que se dediquen a la tramitación de convenios de asociación para la cobertura de los riesgos de accidentes y enfermedades profesionales.

La reforma ha supuesto limitar la actuación de las mutuas a la protección en régimen de colaboración y todos sus ingresos, bien por primas de accidente aportados por las empresas, como los bienes muebles e inmuebles en que puedan invertirse, forman parte de la Seguridad Social. También quedan sujetas al proceso de la Inspección de Trabajo, a auditorías de cuentas realizadas por la Intervención General de la Seguridad Social y a su grupo de investigación policial cuando haya indicios de criminalidad.

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