Denegada la indemnización a una viuda cuyo marido e hijo murieron atropellados

La Sala Primera del Tribunal Supremo ha dejado sin indemnización a Josefa Martínez Cervilla, una viuda con tres hijos a su cargo cuyo marido y otro hijo fallecieron arrollados por un tren en un paso a nivel. La demanda con la que la mujer pretendía obtener de Renfe 10 millones de pesetas fue presentada por un abogado de oficio tres días fuera de plazo. La Administración de Justicia ha tardado 15 años en culminar el proceso.

Ahora, después de 15 años de olvido y desidia por parte de una maquinaria judicial que incluso extravió la reclamación de la perjudicada, el Supremo ha expresado...

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La Sala Primera del Tribunal Supremo ha dejado sin indemnización a Josefa Martínez Cervilla, una viuda con tres hijos a su cargo cuyo marido y otro hijo fallecieron arrollados por un tren en un paso a nivel. La demanda con la que la mujer pretendía obtener de Renfe 10 millones de pesetas fue presentada por un abogado de oficio tres días fuera de plazo. La Administración de Justicia ha tardado 15 años en culminar el proceso.

Ahora, después de 15 años de olvido y desidia por parte de una maquinaria judicial que incluso extravió la reclamación de la perjudicada, el Supremo ha expresado su "convicción" de que los derechos de la viuda y sus tres hijos quedaron prescritos, al margen de que de todo ello "resulte un pronunciamiento en cierto modo conculcador de esa demanda de justicia", explican los magistrados.

La sentencia, redactada por el magistrado Luis Martínez Calcerrada, solventa el asunto con una aplicación mecanicista del Derecho de la que se desprende que una viuda de Pinos Puente (Granada), con tres criaturas a su cargo y tras perder a su marido y a su hijo atropellados por un tren, tuvo que deducir de una petición de sobreseimiento del sumario "el previsible o eventual archivo de la causa". Así, y a pesar de que en la vista el fiscal Jesús Vicente Chamorro criticó la actuación judicial, los magistrados entienden que tal petición de sobreseimiento "debió fomentar la diligencia de la perjudicada".

El atropello ocurrió, el 19 de noviembre de 1976 a primera hora de la mañana, cuando una espesa niebla cubría la carretera de Pinos Puente hacia Badajoz. El pequeño ciclomotor conducido por Manuel Pérez Martínez, que trasladaba también a su padre en la parte trasera, fue arrollado por un tren Taf en un paso a nivel sin guarda ni barreras.

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