La ultraderecha atenta contra inmigrantes del Magreb en Marsella

Importantes contingentes de fuerzas policiales antidisturbios vigilaban ayer los puntos calientes de Marsella, a fin de evitar enfrentamientos entre inmigrantes magrebíes y ultraderechistas franceses. Esa medida fue adoptada por el prefecto de la capital meridional francesa tras la explosión, en la madrugada. de un cartucho de dinamita en la Casa del Extranjero.El atentado no causó víctimas, pero tuvo un alto contenido simbólico. La Casa del Extranjero es el centro oficial que acoge a los inmigrantes que desembarcan o aterrizan en Marsella, y se ocupa también de intentar resolver sus pr...

Importantes contingentes de fuerzas policiales antidisturbios vigilaban ayer los puntos calientes de Marsella, a fin de evitar enfrentamientos entre inmigrantes magrebíes y ultraderechistas franceses. Esa medida fue adoptada por el prefecto de la capital meridional francesa tras la explosión, en la madrugada. de un cartucho de dinamita en la Casa del Extranjero.El atentado no causó víctimas, pero tuvo un alto contenido simbólico. La Casa del Extranjero es el centro oficial que acoge a los inmigrantes que desembarcan o aterrizan en Marsella, y se ocupa también de intentar resolver sus problemas administrativos durante su estancia en la ciudad. En los últimos años ha sido objeto de múltiples amenazas y agresiones por parte de los movimientos racistas que propugnan la expulsión de los árabes y musulmanes de Francia.

Poco después de las cinco de la madrugada, una violenta sacudida despertó a los vecinos del barrio marsellés de la Gare Saint Charles. Se trataba de la explosíón de un cartucho de 200 gramos de dinamita colocado en uno de los ventanales exteriores de la Casa del Extranjero. El atentado no causó víctimas personales, y los daños materiales no fueron de importancia.

Este atentado, atribuido de inmediato por la policía a activistas de ultraderecha, dramatizó aún más el tenso ambiente que se vive en Marsella desde el comienzo de la guerra del Golfo. Por temor a ser agredidos, los centenares de miles de magrebíes instalados en esa región no se atreven a expresar en público su mayoritaria condena del ataque contra Irak. Por su parte, los militantes del Frente Nacional, pese a la oposición de su líder, Jean Marie Le Pen, a la guerra, aprovechan el conflicto para intentar limpiar de árabes la zona.