Sobre la guerra

Congratulémonos desde las 12.40 (hora peninsular española) del día 17 de enero de 1991, ya hay un nuevo orden internacional; algunos puntos significativos de este nuevo orden son los siguientes: recuperación de la soberanía por la democracia kuivaití, orden restablecido en Panamá (dictador enjaulado y canal controlado), la democracia de El Salvador sigue su curso...También se ha conseguido la caída de las dictaduras del Este, de la dictadura sandinista (eso sí, en un proceso electoral intachable); total, los nicaragüenses sólo tenían que elegir entre seguir la guerra (vict...

Congratulémonos desde las 12.40 (hora peninsular española) del día 17 de enero de 1991, ya hay un nuevo orden internacional; algunos puntos significativos de este nuevo orden son los siguientes: recuperación de la soberanía por la democracia kuivaití, orden restablecido en Panamá (dictador enjaulado y canal controlado), la democracia de El Salvador sigue su curso...También se ha conseguido la caída de las dictaduras del Este, de la dictadura sandinista (eso sí, en un proceso electoral intachable); total, los nicaragüenses sólo tenían que elegir entre seguir la guerra (victoria sandinista) o pararla (victoria de doña Violeta) ... ; ahora irán a por Cuba.

El problema del pueblo palestino, del pueblo saharaui y de algunos otros no apremian. no nos importan, el nuevo orden no se resentirá por estos hechos puntuales; ellos son pocos y no tienen nada que ofrecer, ni petróleo, ni un triste canal.

Orden de hipocresía, hipocresía en orden. Odio su orden y su hipocresía.- Madrid.

El ministro de Asuntos Exteriores español ha dicho que la guerra es una cosa que hemos decidido todos. Según el ministro, la resolución 678 de la ONU, que da luz verde al uso de la fuerza. por parte de las tropas multinacionales, la apoya todo el mundo.

Pero para mi, ni él ni ninguno de los políticos que han decidido

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la guerra me representa y parece ser que la llamada democracia occidental es sólo una fachada, ya que no se ha hecho ningún caso a las miles de personas que se han manifestado en todo el mundo en contra.

Desde mi refugio anti-políticos, convoco a todos los jóvenes como yo a que se nieguen a morir defendiendo los intereses de los que, en caso de guerra, se quedan en casa y envían a los pobres desgraciados al frente.

Me niego a participar en las decisiones genocidas de unos gobiernos marionetas, llamados equivocadamente democráticos.

Cualquier invasión es detestable, pero no hemos de olvidar que los Estados Unidos también han invadido Granada, Panamá, Vietnam y más discretamente el resto del mundo.

La ONU es un gran teatro, el presidente Bush es el director y el resto del mundo son los actores que representan la obra tal y como manda la dirección.- Cristina Palomar Fernández. Barcelona.

La primera la vi en el paseo del Prado, y la segunda, en la calle de Atocha. La tercera, en mi propia terraza. Tapicemos Madrid de pancartas de paz. Aunque algunos digan que no sirven para nada; la guerra tampoco, y ahí la tenemos. Gracias.- Luis García Fernández. Madrid.

Señor presidente del Gobierno español: mi más sincero y sentido pésame. Nos habíamos hecho ilusiones. Habíamos llegado, casi, a creer en la utopía. Ya ve, llegamos a creer que podía existir la justicia. Que se abría una oportunidad para la paz. El vuelo destructor del primer escuadrón aéreo estadounidense, efectuado con premeditación, alevosía y nocturnidad, nos ha recordado quiénes somos y dónde estamos. Nos ha recordado que los ejércitos no están para salva guardar la paz, sino para hacer la guerra, pese a que, como ésta, sea desproporcionada, injusta e innecesaria. Desproporcionada porque, como ya ha dicho un líder político de este país a quien todavía no se ha contestado públicamente, las consecuencias de ella son mucho peores que el daño que se ha pretendido evitar. Es injusta porque, para que la justicia sea creíble, debe aplicarse a todos por igual. ¿Hay que recordar la larga lista de transgresiones del derecho internacional desde la Segunda Guerra Mundial? Es innecesario, a nuestro juicio, porque no hemos visto que se hayan agotado las vías de negociación. Nunca es tarde para evitar muertes inocentes. Entre premiar una agresión y reprimirla sangrientamente creemos que hay una distancia que no debe ser salvada alegremente. Es el momento de la tristeza y de la reflexión. Quienes no condenen decididamente esta guerra son cómplices de ella. Quienes, en su día, abogaron por la supresión de la pena capital de nuestro sistema jurídico, deben tener una íntima inquietud ante ella. En lo más íntimo se sentirán culpables de no haber creído lo suficiente en la paz. Frente a la subida de las bolsas, a la euforia de los círculos mercantiles por la caída del precio del petróleo, a la mal disimulada alegría de los militares por los objetivos cumplidos, quiero creer que usted también nota cierto desasosiego. Mi más sincero y sentido pésame.- José Luis Lozano y María Eugenia Robledo. Santa Cruz de Bezana, Cantabria.