El Reino Unido critica la actitud europea ante el conflicto

R. M. DE RITUERTO Los europeos han corrido a refugiarse en la bodega a la primera dificultad y como no están contribuyendo al esfuerzo bélico no tendrán nada que decir a la hora de plantear el futuro más allá de la liberación de Kuwait, según Alan Clark, subsecretario de Defensa británico, cuyo sentimiento es compartido por no pocos parlamentarios conservadores.

John Major, el primer ministro, advirtió a principios de semana que la retórica grandilocuente sobre la unión política se ha mostrado como vana, pero se ahorró la burla. Clark, perteneciente a la corriente thatcheriana del parti...

R. M. DE RITUERTO Los europeos han corrido a refugiarse en la bodega a la primera dificultad y como no están contribuyendo al esfuerzo bélico no tendrán nada que decir a la hora de plantear el futuro más allá de la liberación de Kuwait, según Alan Clark, subsecretario de Defensa británico, cuyo sentimiento es compartido por no pocos parlamentarios conservadores.

John Major, el primer ministro, advirtió a principios de semana que la retórica grandilocuente sobre la unión política se ha mostrado como vana, pero se ahorró la burla. Clark, perteneciente a la corriente thatcheriana del partido, no tiene pelos en la lengua y dice lo que piensa: "Uno de los argumentos de esos que hablan de la eurounificación es que vamos a avanzar hacia una política exterior, militar y 1nanciera comunes. Pero a la primera prueba importante todos han corrido a la bodega".

Clark cree que hay que destruir la maquinaria militar de Sadam y discrepa de quienes piensan que eso es ir más allá de lo recomendado por la ONU.

Major y Hurd no han respondido abiertamente a las especulaciones sobre las intenciones últimas de la campana bélica, aunque el Foreign Office ya está considerando planes para el futuro posbélico de la región. Hurd no ve cómo hay países europeos que pueden pretender tener voz en el futuro de la región sin haber participado en el esfuerzo bélico y sólo ha tratado de estos proyectos con su colega francés, Roland Dumas, cuyo Gobierno ha enviado unos 13.000 soldados a la línea del frente. La contribución belga, danesa y española a la fuerza multinacional ni se menciona.