GUERRA EN ORIENTE PRÓXIMO

Alerta roja en los aeropuertos estadounidenses

Uno de los puntos claves de la estructura vital de Estados Unidos, los aeropuertos, ha comenzado a sentir los efectos de la guerra del Golfo. El temor oficial al segundo frente iraquí, el terrorista, ha provocado la Inmediata reacción de las autoridades civiles norteamericanas. La red aérea comercial se encuentra en estado de alerta roja desde ayer. Se trata del primer síntoma claro de que el conflicto bélico de Oriente Próximo comienza a alterar el ritmo de vida de los norteamericanos de a pie.La Administración Federal de Aviación (FAA) y las principales compañías aéreas estadounidense...

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Uno de los puntos claves de la estructura vital de Estados Unidos, los aeropuertos, ha comenzado a sentir los efectos de la guerra del Golfo. El temor oficial al segundo frente iraquí, el terrorista, ha provocado la Inmediata reacción de las autoridades civiles norteamericanas. La red aérea comercial se encuentra en estado de alerta roja desde ayer. Se trata del primer síntoma claro de que el conflicto bélico de Oriente Próximo comienza a alterar el ritmo de vida de los norteamericanos de a pie.La Administración Federal de Aviación (FAA) y las principales compañías aéreas estadounidenses aconsejaron ayer a los habitantes de este país que se presenten en el aeropuerto dos horas antes del despegue de sus vuelos, si no quieren arriesgarse a perder sus aviones.

La medida ha provocado retrasos en todo el país, la ralentización del sistema aéreo y la cancelación de miles de viajes, además de grandes pérdidas económicas.

Las líneas aéreas internacionales, entre ellas las europeas, también han comenzado a sufrir el ejemplo de esta nueva situación. Los vuelos hacia Estados Unidos salen con retraso y los controles de seguridad son cada vez más lentos debido a su rigidez.

Los grandes aeropuertos norteamericanos, Miami, Los Ángeles, Nueva York, Chicago, Detroit, San Luis y Dallas ofrecen una misma imagen: colas interminables de pasajeros nerviosos, perros husmeando equipajes, patrullas policiales, cámaras de vídeo, inspecciones de rayos X, marcos detectores de metales, cacheos... Cualquier precaución parece poca.

En el aeropuerto Nacional de Washington, los controles de seguridad son lentísimos, y una empleada de la compañía North West Airlines reconoce que "muchos clientes que están en la cola no llegarán a sus destinos en el tiempo previsto".

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