Aumentan los casos de tuberculosis en la cárcel de Carabanchel, mientras que se estabilizan los de sida

El número de seropositivos o portadores de sida entre los presos de Carabanchel se ha estabilizado, mientras que los afectados por tuberculosis ha sufrido un incremento, según se refleja en la información facilitada por el director de Instituciones Penitenciarias, Antonio Asunción, a la Asamblea de Madrid. Sin embargo, el director de la cárcel y su cuadro médico se negaron a concretar el número de afectados por esas enfermedades cuando Salvador Torrecilla, diputado de IU en la Asamblea, lo requirió.Antonio Asunción informó a varios diputados de la Asamblea de Madrid sobre el estado sanitar...

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El número de seropositivos o portadores de sida entre los presos de Carabanchel se ha estabilizado, mientras que los afectados por tuberculosis ha sufrido un incremento, según se refleja en la información facilitada por el director de Instituciones Penitenciarias, Antonio Asunción, a la Asamblea de Madrid. Sin embargo, el director de la cárcel y su cuadro médico se negaron a concretar el número de afectados por esas enfermedades cuando Salvador Torrecilla, diputado de IU en la Asamblea, lo requirió.Antonio Asunción informó a varios diputados de la Asamblea de Madrid sobre el estado sanitario de las cárceles en el transcurso de una visita a los centros que se produjo el mes pasado. La comisión de parlamentarios tuvo ocasión de escuchar durante la visita al centro las quejas de los presos, quienes protestaron una vez más sobre la masificación y el hacinamiento del centro, cada vez más preocupante a juzgar por las cifras ofrecidas. La cárcel sólo tiene capacidad para 800 personas y alberga entre sus muros a 2.200 presos.

Salvador Torrecilla asegura que los presos se sienten muy sensibilizados por el tratamiento que se ofrece a sus familiares. "Se quejaron, con toda la razón del mundo, sobre el cenagal lleno de barro que hay que salvar para llegar hasta la puerta. El lodo llega casi a la altura de los tobillos". Torrecilla calificó de lamentable el que no exista ni una cafetería donde esperar.

Torrecilla, que fue el promotor de la visita parlamentaria a la cárcel, dijo que las autoridades penitenciarias reconocieron el incremento del número de tuberculosos y también de afectados de hepatitis. Tampoco desmintieron las autoridades la denuncia de los presos en la que señalan que en 1989 había calefacción en todas las celdas en turnos de mañana y tarde, mientras que ahora solamente se da por la tarde.

En cuanto a la atención que reciben los toxicómanos, las proporciones reproducen las que hay en los centros ciudadanos. Sólo 60 presos se encuentran actualmente en tratamiento, mientras que un total de 200 engrosan la lista de espera.

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