Mauro Muriedas, escultor y pintor
En el cementerio de Tanos (Cantabria) fueron inhumados ayer los restos del escultor y pintor cántabro Mauro Muriedas, de 82 años, muerto la víspera en su domicilio de Torrelavega. Muriedas, que había estudiado en Torrelavega y Madrid, donde confraternizó con Benlliure, Victorio Macho, Vázquez Díaz y otros artistas de la época, participó en numerosas exposiciones colectivas e individuales y deja una abundante obra que pone de manifiesto su sobriedad y sensibilidad artísticas y las inquietudes sociales que mantuvo a lo largo de toda su vida, expresadas en el ejercicio de su doble actividad de es...
Regístrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
En el cementerio de Tanos (Cantabria) fueron inhumados ayer los restos del escultor y pintor cántabro Mauro Muriedas, de 82 años, muerto la víspera en su domicilio de Torrelavega. Muriedas, que había estudiado en Torrelavega y Madrid, donde confraternizó con Benlliure, Victorio Macho, Vázquez Díaz y otros artistas de la época, participó en numerosas exposiciones colectivas e individuales y deja una abundante obra que pone de manifiesto su sobriedad y sensibilidad artísticas y las inquietudes sociales que mantuvo a lo largo de toda su vida, expresadas en el ejercicio de su doble actividad de escultor y pintor. Estaba en posesión de dos medallas del Salón de Otoño de Madrid y había sido becario de la diputación provincial.