Un obrero muerto al derrumbarse la zanja en la que trabajaba

un obrero, Calixto Peinado Mateo, de 53 años, resultó muerto poco después de las 9.15 de ayer como consecuencia de un corrimiento de tierras en una zanja abierta frente al número 25 de la calle de Jaime I el Conquistador por la empresa SPI, subcontratada por Telefónica para la renovación de la red en distintos puntos de la ciudad. El corrimiento de tierras sepultó también a otros tres trabajadores, que fueron liberados sin excesivos problemas por efectivos de la policía y los bomberos municipales.La comunidad de propietarios de este inmueble, que se gastó el año pasado más de dos millones en a...

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un obrero, Calixto Peinado Mateo, de 53 años, resultó muerto poco después de las 9.15 de ayer como consecuencia de un corrimiento de tierras en una zanja abierta frente al número 25 de la calle de Jaime I el Conquistador por la empresa SPI, subcontratada por Telefónica para la renovación de la red en distintos puntos de la ciudad. El corrimiento de tierras sepultó también a otros tres trabajadores, que fueron liberados sin excesivos problemas por efectivos de la policía y los bomberos municipales.La comunidad de propietarios de este inmueble, que se gastó el año pasado más de dos millones en arreglar el edificio, se había puesto en contacto con Telefónica el pasado 20 de diciembre a través de un telegrama para hacer constar su preocupación ante las grietas y otros desperfectos que las obras estaban ocasionando en la fachada y el portal de la casa. Arsenio Boladana, vecino del cuarto piso, se encargó de enviar el escrito en el que se avisaba de que ante las fisuras producidas se exigirían responsabilidades.

Telefónica se ha limitado, tras el accidente ocurrido ayer, a ratificar que la obra tenía concedida la licencia y la empresa contratada niega esta versión.

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Vecinos de la casa situada junto a la obra abierta avisaron hace dos semanas a Telefónica del peligro

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El accidente de ayer, según varios vecinos y según Pablo Herrero, el zapatero que ocupa el local frente a la zanja, no es la primera vez que se produce en esta misma obra. Hace unos días, también en la calle de Jaime I el Conquistador pero en su esquina con la de Aldea del Fresno, hubo otro desprendimiento en el que las paredes de la fosa cedieron. El responsable de obra de la empresa, José Antonio Brun, negó este extremo y culpó del derrumbe a la mala calidad de la tierra y a la falta de planos que eviten las sorpresas que continuamente se encuentran las empresas que trabajan en el subsuelo madrileño en cuanto excavan un poco.

La cuadrilla de la que formaban parte Calixto Peinado y otras nueve personas, la mayoría de ellas, como el fallecido, naturales de Huertas de Valdecárabanos, en Toledo, se había reintegrado al trabajo el miércoles después de unos días de vacaciones. Llevaban poco más de una hora en el tajo y seis se habían introducido en una zanja de 45 centímetros de ancho, 10 metros de largo y 4 de profundidad, a la que, ante el temor de posibles desprendimientos, habían comenzado a apuntalar con maderas.

Cinco días en la obra

"No recuerdo ni su cara", son las palabras que dice Emilio, un joven que llevaba tan sólo cinco días en esta obra y al que se le cayó también la avalancha de arena, cuando se le pregunta por lo ocurrido. José Antonio Brun, el responsable de obra de la empresa SPI, subcontratada por Telefónica en al menos 20 puntos de la ciudad para instalar las nuevas conducciones, se enteró del suceso en su casa, porque estaba de vacaciones.

Brun acudió directamente al hospital Doce de Octubre, donde fueron atendidos los otros tres obreros sepultados con Peinado. A Jacinto Alonso García y Pablo Diez García se le apreciaron contusiones y a Rafael Yepes, cuñado del fallecido, una crisis nerviosa. Brun achaca el accidente al componente de riesgo que tienen estos trabajos. Además se queja de que no hay planos claros de todo lo que contiene el subsuelo de Madrid: "Por eso hacemos calas y por eso entibamos, pero como estaba el colector lo tuvimos que hacer a cuatro metros en vez de a metro y medio, que es lo normal, y ahí falló la tierra".

Comisiones Obreras y UGT han señalado, sin embargo, que el fallo se debe a la carencia de las suficientes medidas de seguridad en la empresa. José Luque García, responsable de Seguridad e Higiene de UGT en Telefónica, que acudió al lugar a interesarse por las condiciones de trabajo de los empleados, llegó a acusar a la empresa de negligencia.

Terreno arenoso

Pedro Álvarez, propietario de Amortiguadores Álvarez y Díaz, talleres instalados en el número 29 de Jaime I el Conquistador, manifestó que sobre las 9.20 se oyeron los gritos de los trabajadores que estaban en la zanja y al salir vio que había sobrevenido un derrumbe de tierra, sepultando a cuatro trabajadores sin que sus compañeros tuvieran medios para sacarlos, informa Elisa Blanco.

Pedro Álvarez indicó que desde hace dos meses y medio se llevan efectuando obras en la calle: "Primero fueron los del gas y ahora los de Telefónica". Ávarez, que lleva unos 30 años viviendo en la zona, aseguró que éste es un terreno muy malo ya que casi todo es arena. "Inmediatamente que llegaron los bomberos entibaron la zanja, cosa que deberían haber hecho antes a causa de la condición arenosa del terreno".

Otra de las vecinas manifestó que al oír el ruido de las sirenas se asomó a la ventana y vio cómo sacaban a uno de los trabajadores, aparentemente sin sufrir daños pero con una gran conmoción nerviosa.

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