Aparece muerta una anciana que desapareció el miércoles en una residencia del Inserso

Lucía Amil, de 73 años, que padecía demencia senil, apareció muerta en la mañana de ayer en un patio no visitable de la residencia del Inserso de Manoteras. La anciana, desaparecida en la tarde del miércoles, pudo caerse al citado patio desde una ventana, según Juan José Araúzo, director del centro.

El personal de la residencia se dedicó a buscar a la anciana a lo largo de toda la tarde y la noche del miércoles, sin conseguir encontrarla hasta las 8.45 de la mañana del jueves, cuando era ya cadáver. Lucía Amil llevaba ingresada en Manoteras desde hace dos años y medio. Hace año y me...

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Lucía Amil, de 73 años, que padecía demencia senil, apareció muerta en la mañana de ayer en un patio no visitable de la residencia del Inserso de Manoteras. La anciana, desaparecida en la tarde del miércoles, pudo caerse al citado patio desde una ventana, según Juan José Araúzo, director del centro.

El personal de la residencia se dedicó a buscar a la anciana a lo largo de toda la tarde y la noche del miércoles, sin conseguir encontrarla hasta las 8.45 de la mañana del jueves, cuando era ya cadáver. Lucía Amil llevaba ingresada en Manoteras desde hace dos años y medio. Hace año y medio desapareció de la residencia y fue encontrada en la estación de Chamartín.

"Todas las tardes, los internos bajan a las actuaciones que se celebran con motivo de las fiestas de Navidad. Lucía también bajó, y a eso de las 19.20 de la tarde la auxiliar de planta la echó en falta", afirma Salvador Gutiérrez, uno de los ordenanzas que cubría su turno en el momento de la desaparición. Unas 14 personas emprendieron la búsqueda, recorriendo la residencia dos veces durante la tarde y otras dos durante la noche. También se rastreó el barrio de la Virgen del Cortijo, próximo al centro, y la estación de Chamartín, en previsión de que la anciana hubiera decidido volver al domicilio familiar, donde había pasado la Nochebuena y la Nochevieja.

Por fin, a las 8.45 de la mañana, personal de la residencia avistó el cuerpo de la anciana en un vierteaguas que dista casi dos metros de las ventanas de la primera planta. "No es extraño que anoche no la viéramos, porque con la oscuridad el llegar en donde se ha encontrado su cuerpo permanece totalmente escondido", dijo Salvador.

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