Y al fondo, la URSS

El País La sesión de ayer en la Bolsa de Barcelona tuvo un tono bajista, pero más moderado que el jueves, por la inquietud creciente ante la situación en la Unión Soviética. La dimisión del responsable de la política exterior de Gorbachov, Edvard Shevardnadze, sólo ha traído desazón e inquietud a un mercado ya bastante saturado de política y con la pemanente espada de Damocles del qué pasará en el Golfo Pérsico. Ya no es sólo el eventual conflicto armado entre Estados Unidos e Irak el interrogante que pesa sobre la economía mundial, sino el fantasma de la guerra civil en la URSS y la posibílid...

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El País La sesión de ayer en la Bolsa de Barcelona tuvo un tono bajista, pero más moderado que el jueves, por la inquietud creciente ante la situación en la Unión Soviética. La dimisión del responsable de la política exterior de Gorbachov, Edvard Shevardnadze, sólo ha traído desazón e inquietud a un mercado ya bastante saturado de política y con la pemanente espada de Damocles del qué pasará en el Golfo Pérsico. Ya no es sólo el eventual conflicto armado entre Estados Unidos e Irak el interrogante que pesa sobre la economía mundial, sino el fantasma de la guerra civil en la URSS y la posibílidad de que el telón de acero deje de ser sólo un lejano recuerdo.

Los inversores barceloneses mostraron su preocupación a lo largo de la sesión de corros, en la que abundó el papel, especialmente en el sector de bancos industriales, informa Efe.

Las alzas se centraron en los sectores de comercio y finanzas, en monopolios y en inversión mobiliaria. El comentario del día, la URSS al margen, se centró en la suspensión de cotización de la Sociedad Industrial Cervecera Sevilla (ICSA).

El índice provisional, a la espera de que el mercado continuo dijera la última palabra, bajó casi un punto.

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