Dos diputados austriacos, acusados de 'turismo sexual' en Rumania

Dos parlamentarios austriacos han sido acusados de haber "alternado con prostitutas" y emborracharse durante su viaje a Rumania en misión especial para evaluar la situación política de ese país y asegurarse de que los 7.500 rumanos que el Gobierno austriaco piensa deportar no sufrirán represalias.Toda la prensa austriaca ha publicado extensamente los detalles de la vida privada de estos parlamentarios en un hotel de Bucarest, mientras los partidos de la oposición y la opinión pública exigían la renuncia de ambos políticos con el argumento: "¿Turismo sexual a costa del Estado? ¡No gracias!"....

Dos parlamentarios austriacos han sido acusados de haber "alternado con prostitutas" y emborracharse durante su viaje a Rumania en misión especial para evaluar la situación política de ese país y asegurarse de que los 7.500 rumanos que el Gobierno austriaco piensa deportar no sufrirán represalias.Toda la prensa austriaca ha publicado extensamente los detalles de la vida privada de estos parlamentarios en un hotel de Bucarest, mientras los partidos de la oposición y la opinión pública exigían la renuncia de ambos políticos con el argumento: "¿Turismo sexual a costa del Estado? ¡No gracias!".

Robert Elmecker, del partido socialdemócrata (SPOE), y Wendelin Sttmeier, democristiano, ambos portavoces de seguridad de sus respectivos partidos, han desmentido su actuación en Bucarest, y los periodistas que acompañaron al dúo en este viaje aseguran que los políticos dedicaron más tiempo a las damas del hotel que a entrevistarse con la oposición rumana para informarse sobre la situación de los derechos humanos y los riesgos que podrían correr los eventuales deportados.

Cuando el canciller federal austriaco, Franz Vranitzky, fue consultado por periodistas acerca de su opinión sobre el informe de los parlamentarios, éste se cogió la cabeza exclamando: ¡Por Dios!". Agregó que tenía la esperanza de que los políticos "hayan tenido tiempo suficiente para elaborar el informe".

Los parlamentarios acusados han desmentido enfurecidos los cargos lanzados contra ellos y no descartan la posibilidad de querellarse por calumnias e injurias contra los periodistas que informaron sobre su misión investigadora en Bucarest.