Leoluca Orlando, el polémico ex alcalde de Palermo, abandona la Democracia Cristiana
El mítico ex alcalde de Palermo, el joven ahogado e intelectual Leoluca Orlando, el personaje italiano más conocido en Estados Unidos después. de Gianni Agnelli según un sondeo periodístico, ha anunciado que abandonará su partido, la Democracia Cristiana, para fundar uno nuevo. Su símbolo será una red y una rosa blanca y con él pretende romper los cánones de los desgastados partidos tradicionales.
El anuncio de Orlando, el gran fustigador de la Mafia, de salirse de la Democracia Cristiana, conocida su matriz de cristiano progresita y practicante, ha causado gran impresión en la o...
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El mítico ex alcalde de Palermo, el joven ahogado e intelectual Leoluca Orlando, el personaje italiano más conocido en Estados Unidos después. de Gianni Agnelli según un sondeo periodístico, ha anunciado que abandonará su partido, la Democracia Cristiana, para fundar uno nuevo. Su símbolo será una red y una rosa blanca y con él pretende romper los cánones de los desgastados partidos tradicionales.
El anuncio de Orlando, el gran fustigador de la Mafia, de salirse de la Democracia Cristiana, conocida su matriz de cristiano progresita y practicante, ha causado gran impresión en la opinión pública. Especialmente porque se, produce en el momento en que el caso Gladio, la superestructura militar secreta que actuaba en Italia desde hace 45 años sin que, al parecer, la conocieran incluso ex presidentes de Gobierno como el socialista Bettino Craxi y el republicano Giovanni Spadolini, está a punto de crear la crisis institucional más seria de la historia de la República.Ayer, toda la Prensa afirmaba en grandes titulares que la OTAN había desmentido al jefe de¡ Estado, Francesco Cossiga, y al presidente del Gobierno, Giulio Andreotti, al afirmar que Gladio no había formado nunca parte de la OTAN. El director de La Repubblica, Eugenio Scalfari, escribía que si la OTAN no desmentía la afirmación hecha por el capitán de fragata canadiense Jean Marcotte, portavoz de las fuerzas de la OTAN en Europa, de que Gladio era sólo "una cosa italiana", se imponía la necesidad de abrir un juicio político contra Cossiga y Andreott. Pero precisamente el portavoz de la OTAN en Bruselas, Robin Stafford, desmintió de algún modo el mentis de Marcotte al afirmar que la OTAN "no tiene por costumbre comunicar informaciones o formular comentarios de ningún tipo sobre cuestiones sometidas al secreto militar".
También el general italiano Domenico Corcione, jefe del Estado Mayor de la Defensa, que ayer fue interrogado durante por el juez veneciano Felice Cason, que lleva la investigación sobre el caso Gladio, explicó que en la OTAN existen distintos niveles de conocimiento y que no le extrañaba que un capitán de fragata en Bruselas no supiera nada del asunto. "Yo mismo", dijo, "supe de, la existencia de Gladio sólo cuando fui nombrado".
Mañana habla Andreotti
Mientras tanto, Andreotti ha adelantado el debate en el Senado a mañana y ha anunciado que no pondrá sobre el asunto el sello de "secreto de Estado". Al mismo tiempo, el secretario socialista, Bettino Craxi, que teme que se esté ante una espectacular instrumentalización política, ha regresado de Túnez y ha anunciado que hoy dará una conferencia de prensa para exponer su posición. El líder socialista sigue insistiendo en que en los cuatro años que estuvo de de presidente del Consejo nadie le informó sobre la existencia de Gladio, cosa que le refutan los democristianos, quienes afirman: "Craxi sabe que nosotros sabemos que él sabía".
Por su parte, Orlando, que ha escogido un momento estratégico para anunciar su salida del partido católico y fundar uno nuevo, ha explicado que en la Democracia Cristiana no existe ya un lugar para él, y que tampoco ha querido entrar en ninguno de los partidos' tradicionales, ya que considera que éstos "han obturado los canales de comunicación con la gente". Y afirma que él piensa fundar un partido en el que haya "espacio para cuantos, sin etiquetas, deseen hacer política transparente teniendo en cuenta más los programas y las exigencias de los ciudadanos que los cálculos y la lógica de puro poder. Su partido se llamará, al parecer, Nueva Democracia.