Haughey salva 'in extremis' una moción de censura en el Parlamento irlandés

Charles Haughey, primer ministro irlandés, salvó ayer en circunstancias extremas una moción de censura en el Dail (Parlamento) provocada por un oscuro incidente de hace ocho años en el que él y Brian Lenihan, el ahora candidato presidencial de su partido a las elecciones del día 7, intentaron presuntamente presionar al presidente. Por 83 votos a favor y 80 en contra, Haughey pudo salvar su Gobierno, pero esta controversia puede elevar a la presidencia irlandesa por primera vez a una mujer.

Lo que los irlandeses han dado en llamar Arasgate (de Aras, el nombre gaélico de la residen...

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Charles Haughey, primer ministro irlandés, salvó ayer en circunstancias extremas una moción de censura en el Dail (Parlamento) provocada por un oscuro incidente de hace ocho años en el que él y Brian Lenihan, el ahora candidato presidencial de su partido a las elecciones del día 7, intentaron presuntamente presionar al presidente. Por 83 votos a favor y 80 en contra, Haughey pudo salvar su Gobierno, pero esta controversia puede elevar a la presidencia irlandesa por primera vez a una mujer.

Lo que los irlandeses han dado en llamar Arasgate (de Aras, el nombre gaélico de la residencia presidencial en Dublín) sé remonta a 1982, cuando cayó la coalición gubernamental encabezada por el Fine Gael, hoy primer partido de la oposición. El Fianna Fail, de Haughey, intentó presuntamente convencer al presidente Patrick Hillery de que le encargara formar Gobierno.Brian Lenihan, hasta ayer viceprimer ministro y ministro de Defensa, negó hace unos días una anterior afirmación suya de que habló por teléfono con Hillery. Esta contradicción del candidato llevó al Fine Gael a reclamar su dimisión y su renuncia a la carrera presidencial (por estimar que sería un presidente sin credibilidad) y a plantear la moción de censura a un Haughey que hasta última hora de ayer se negó a forzar la salida de su mano derecha política. El debate parlamentario se abrió con la acusación adicional de que el propio Haughey amenazó a un militar edecán del presidente con hundirle la carrera si no pasaba su llamada a Hillery, extremo desmentido por el primer ministro, quien acusó a sus rivales de ser unos "conspiradores con la implacable voluntad de destruir a un hombre honrado [Lenihan].

La peripecia ha socavado lo que hace una semana eran magníficas perspectivas presidenciales de Lenihan, quien según un sondeo publicado ayer sólo cuenta con un 31% de apoyo, frente al 52% de que goza Mary Robinson, una abogada izquierdista, popular defensora de las causas femeninas y firme partidaria de la modernización de la sociedad irlandesa.

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