Las muertes por cáncer de mama se reducirán un 40% con una detección precoz

La mortalidad por cáncer de mama podría reducirse en un 40% si todas las mujeres de 50 a 70 años fueran sometidas a una mamografía para descubrir la presencia de posibles tumores en formación, según coinciden diversos especialistas. El cáncer de mama es la principal causa de muerte entre las mujeres en los países desarrollados, y su incidencia es creciente. En España, una de cada 11 mujeres desarrollará un tumor de mama a lo largo de su vida.

"El aumento de la supervivencia en el cáncer de mama está directamente relacionado con la posibilidad de un diagnóstico a tiempo. Por ello, es nec...

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La mortalidad por cáncer de mama podría reducirse en un 40% si todas las mujeres de 50 a 70 años fueran sometidas a una mamografía para descubrir la presencia de posibles tumores en formación, según coinciden diversos especialistas. El cáncer de mama es la principal causa de muerte entre las mujeres en los países desarrollados, y su incidencia es creciente. En España, una de cada 11 mujeres desarrollará un tumor de mama a lo largo de su vida.

"El aumento de la supervivencia en el cáncer de mama está directamente relacionado con la posibilidad de un diagnóstico a tiempo. Por ello, es necesario y urgente delimitar los grupos de riesgo y desarrollar en ellos estrategias de captación que faciliten el diagnóstico precoz". A esta conclusión llegaron los participantes en el simposio internacional Mujer y Calidad de Vida, organizado por el Centro de Estudios y Análisis Sanitario y la Fundación Salud y Familia durante los pasados días 25 y 26 en Barcelona.La única forma de descubrir un cáncer de mama en una fase temprana es practicar una mamografía, es decir, una radiografía del seno, ya que no existen de momento otros marcadores que permitan descubrir el proceso tumoral en la fase inicial de alteración celular, explicó Catalina Madroñal, oncóloga del Instituto Dexeus de Barcelona. El momento de mayor peligro se produce inmediatamente después de la menopausia; de ahí que los especialistas recomienden que se practique al menos una mamografía a todas las mujeres entre 45 y 70 años "Una medida de este tipo reduciría la mortalidad en un 40%", dice el oncólogo Pablo Viladiu, del hospital de Santa Caterina de Gerona. "Sin embargo", añade, "para ello sería preciso formar previamente a un número adecuado de radiólogos. De nada serviría hacer la mamografía si luego no estuviéramos en condiciones de interpretarla correctamente".

Espectacular aumento

En los últimos años se h a producido un espectacular aumento del número de mamograrias practicadas, pero la mayor parte de ellas se realizan en mujeres jóvenes con escaso riesgo que pueden costearse la prueba. El problema radica en las mujeres menos informadas, que

muchas veces acuden al médico cuando el tumor ha producido ya metástasis.

"Desde el punto de vista de la salud pública, es mejor que todas las mujeres de edad se hagan una mamografía, aunque sólo sea una, antes que muchas mujeres jóvenes se hagan una cada año. Estudios efectuados en Canadá revelan que si se mejora el tiempo de diagnóstico, la incidencia del cáncer de mama ha pasado de una mujer de cada 20 a una de cada 10", afirma Viladiu. Se han emprendido algunos programas piloto, como los de la Comunidad de Navarra entre mujeres de más de 45 años o el Ayuntamiento de Barcelona entre un colectivo de funcionarias, pero son iniciativas aisladas.

Edad, hormonas y alcohol

El cáncer de mama es un tumor típico de las sociedades más desarrolladas. Lo demostró un estudio efectuado en la Bahía de San Francisco entre mujeres de procedencia china: la primera generación no presentaba casos de cáncer de mama; en la segunda, en cambio, la incidencia era similar a la de las mujeres con ascendencia norteamericana.La mayor incidencia se produce a partir de la menopausia, de ahí que la edad sea el primer factor de riesgo. Los embarazos son normalmente un factor de protección, pero si el primero se produce en edad avanzada, puede convertirse en un factor de riesgo. También lo es haber tenido la regla antes de los 12 años, tener antecedentes familiares de cáncer ginecológico y el consumo de alcohol, aunque sea moderado. La obesidad en la posmenopausia debe ser controlada, porque constituye también un indicador de riesgo.

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