El Gobierno discutirá el temario propuesto por UGT y CC OO cuando acepten el pacto de competitividad

El ministro Carlos Solchaga dejó ayer claro en su reunión con Antonio Gutiérrez y los dirigentes de CC OO que el cierre de la negociación de la Propuesta Sindical Prioritaria y la discusión del temario propuesto por Comisiones y UGT debe coincidir con el inicio del debate sobre el pacto de competitividad. Los sindicatos rechazan ese trueque, pero el Ejecutivo insistirá en la oferta a finales de año, cuando se hayan celebrado el congreso del PSOE y las elecciones sindicales. Mientras tanto mantendrá una "concertación permanente" en cuatro mesas donde se abordan cuestiones menores.

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El ministro Carlos Solchaga dejó ayer claro en su reunión con Antonio Gutiérrez y los dirigentes de CC OO que el cierre de la negociación de la Propuesta Sindical Prioritaria y la discusión del temario propuesto por Comisiones y UGT debe coincidir con el inicio del debate sobre el pacto de competitividad. Los sindicatos rechazan ese trueque, pero el Ejecutivo insistirá en la oferta a finales de año, cuando se hayan celebrado el congreso del PSOE y las elecciones sindicales. Mientras tanto mantendrá una "concertación permanente" en cuatro mesas donde se abordan cuestiones menores.

El pacto de competitividad que propone el Gobierno impide que se haya desbloqueado el diálogo con los sindicatos. Ello se ha puesto de manifiesto en los encuentros que ha mantenido el ministro de Economía el pasado viernes con la dirección de UGT y ayer con los máximos responsables de CC OO, en este caso con la presencia del ministro de Trabajo, Luis Martínez Noval. Comisiones justifica su rechazo en que la oferta del Gobierno limita ese pacto a un ajuste de los salarios, mientras que para el sindicato la competitividad de este país no se logra sin abordar también el temario propuesto por los sindicatos que incluye la política industrial, el control de los beneficios empresariales, los fondos de inversión, la reforma fiscal y la precarización del empleo.Carlos Solchaga no quiso precisar ayer los contenidos de ese pacto de competitividad y lo hará en el momento que se conforme una mesa negociadora. Lo que sí dijo es que "el Gobierno no está tan ciego para hablar sólo de moderación salarial". El Ejecutivo, según el titular de Economía, se propone incluir en el paquete "el gasto público y, naturalmente, la moderación de los beneficios empresariales" y asegura que los temas propuestos por UGT y CC OO son susceptibles de ser también incluidos.

Lo que Solchaga denomina una falta de acuerdo "de procedimiento y de principio" no será obstáculo para que el Gobierno, a finales de año, proponga a las centrales hacer un balance de la concertación y estudiar cómo se pueden enfocar las negociaciones en los primeros meses de 1991. Para entonces ya se habrán celebrado el congreso del PSOE y las elecciones sindicales, aunque el ministro de Economía asegura que no ve ninguna relación entre el congreso de su partido y el bloqueo de la concertación. Los sindicatos a su vez creen que sí está influyendo y afirman que las elecciones sindicales no son las que impiden que las negociaciones sigan su curso.

Reformas insuficientes

El compromiso adquirido por las dos partes es reabrir las cuatro mesas interrumpidas a finales de julio pasado en las que se abordaba la constitución del Consejo Económico y Socia, la ley de salud laboral, la formación profesional y el control de las horas extraordinarias. Antonio Gutiérrez no está de acuerdo con UGT en que esas discusiones sean "bisutería" y las considera importantes pero no suficientes para resolver los problemas pendientes.

CC OO acudirá a esas mesas, así como a otras dos que tengan por objeto la vivienda y la sanidad pública que ayer Solchaga y Martínez Noval aceptaron se abran en breve. Los responsables de CC OO se reunirán el viernes con UGT para aunar posturas de cara a esas inmediatas negociaciones y analizarán el resultado de los encuentros con el Gobierno, que Gutiérrez califica de "tardíos e insatisfactorios".

La apertura de un nuevo debate sobre la reforma fiscal quedó un tanto imprecisa en la reunión de ayer. El secretario general de CC OO plánteó al ministro de Economía que todavía es posible "una reforma progresista" y argumentó que esa mesa se cerró en julio con una gran confusión debido a la premura del Gobierno por poner en marcha la reforma. Solchaga no descartó una nueva discusión, pero para respetar la soberanía del Parlamento sugiere que los sindicatos presenten sus propuestas a los distintos grupos parlamentarios e incluso a través del Gobierno.

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