Enresa cifra en unos 80.000 millones de pesetas del desmantelamiento de Vandellòs 1

El desmantelamiento de la central nuclear Vandellòs 1 (Tarragona), cuyo cierre fue decretado por el Gobierno el pasado mes de mayo, tras el grave accidente que sufrió hace casi un año, ascenderá a unos 80.000 millones de pesetas, según la primera estimación efectuada por los técnicos de la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (Enresa). Del total del importe, 30.000 millones se destinarán a retirar del reactor las más de 400 toneladas de uranio natural, que se trasladarán a Francia para ser reprocesadas. El envío del combustible es indispensable, al carecer España de instalaciones de este t...

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El desmantelamiento de la central nuclear Vandellòs 1 (Tarragona), cuyo cierre fue decretado por el Gobierno el pasado mes de mayo, tras el grave accidente que sufrió hace casi un año, ascenderá a unos 80.000 millones de pesetas, según la primera estimación efectuada por los técnicos de la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (Enresa). Del total del importe, 30.000 millones se destinarán a retirar del reactor las más de 400 toneladas de uranio natural, que se trasladarán a Francia para ser reprocesadas. El envío del combustible es indispensable, al carecer España de instalaciones de este tipo.

El Ministerio de Industria y Energía remitió una orden a Hifrensa (Hispano Francesa de Energía Nuclear), grupo propietario de la planta, para que se hiciera cargo del combustible irradiado que todavía alma cena la central. Hifrensa ha suscrito un contrato con una empresa, francesa, en el que se establece que la planta de re procesamiento recibirá anual mente 80 toneladas de elementos. El proceso se prolongará durante 5 años hasta alcanzar la cifra de 400 toneladas, según afirmó el portavoz de Enresa, Mariano Molina. La retirada del uranio natural del reactor es imprescindible para desmantelar la planta nuclear. El plan consiste en extraer, el, combustible, colocarlo en cartuchos y enviar a Francia los elementos radiactivos. Allí se separaran el uranio y el plutonio -ambos reaprovechables-, y los elementos de radiactividad de corta vida serán devueltos al España para ser al macenados en el cementerio nuclear de El Cabril (Córdoba).

La estimación efectuada por Enresa, de acuerdo con las experiencias habidas en otros países, cifra en otros 50.000 millones de pesetas el desmantela miento propiamente dicho del complejo nuclear. La valoración es todavía provisional al depender de otros factores como la evaluación final del es tado de la planta: diseño, daños producidos tras el accidente, su funcionamiento, etcétera. De hecho, las primeras valoraciones efectuadas por la Administración después del accidente barajaban la cifra de 40.000 millones como coste global del desmantelamiento.

Durante los años en que se prolongará la retirada del elemento irradiado, Enresa elaborará sendos proyectos para evaluar el impacto medio ambiental y de protección radiactiva del desmantelamiento, que elevará, respectivamente, a la Dirección General del Medio Ambiente y al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN). Posteriormente, el Ministerio de Industria deberá de aprobar el informe del impacto ambiental, que es la síntesis de los dos documentos previos.

Los alcaldes del cinturón de Vandellòs mostraron ayer su oposición a la posibilidad de que la planta se convierten un cementerio de para-mayos radiactivos (véase EL PAÍS de ayer). El presidente de Enresa, Juan Manuel Kindelán, sugirió el lunes la posibilidad de dirijirse a la Generalitat con el fin de utilizar la central durante el proceso de desmantelamiento como almacén de este tipo de residuos. Los alcaldes temen que la planta ahora clausurada se reconvierta en un almacén de restos de alta radiactividad, informa Josep Garriga.

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