Concentración turística

Durante los últimos ocho años, en los que se ha registrado un fuerte crecimiento de la Inmigración, el litoral mediterráneo y el sur de España ejercen un particular y fuerte atractivo para los extranjeros, especialmente para los europeos, quienes los eligen como lugares de residencia y en menor medida de trabajo.La presencia de europeos del norte ha aumentado más que la de europeos del sur. La inmigración de Francia, Italia y Portugal ha perdido su importancia en términos relativos y la entrada en España de latinoamericanos no significa más que el 16% del total de la emigración extranjera, cua...

Durante los últimos ocho años, en los que se ha registrado un fuerte crecimiento de la Inmigración, el litoral mediterráneo y el sur de España ejercen un particular y fuerte atractivo para los extranjeros, especialmente para los europeos, quienes los eligen como lugares de residencia y en menor medida de trabajo.La presencia de europeos del norte ha aumentado más que la de europeos del sur. La inmigración de Francia, Italia y Portugal ha perdido su importancia en términos relativos y la entrada en España de latinoamericanos no significa más que el 16% del total de la emigración extranjera, cuando en 1980 era del 22%. Pese a todo, la inmigración de latinoamericanos creció en casi 15.000 personas, y ha pasado de 44.392 en 1980 a 58.424 en 1988. Los argentinos, venezolanos y cubanos son los más numerosos.

El porcentaje de africanos se ha doblado en los últimos ocho años. Los marroquíes en España se han multiplicado por cuatro y los que proceden del África subsahariana por cinco. En total había en 1988 unos 20.000 inmigrantes de origen africano. Entre los países asiáticos, Filipinas, la India y China son los que más inmigrantes han proporcionado a España. Casi la mitad de la población extranjera que reside en España es inactiva. Esto se debe, a que una buena parte de la inmigración europea en España está integrada por jubilados.