Los GRAPO siembran la alarma en Madrid con tres bombas

Madrid vivió ayer una tensa jornada marcada por el temor a las explosiones de artefactos terroristas. El estallido de tres bombas en otros tantos edificios públicos entre las 11.30 y las 12.00 fue seguida de constantes falsas alarmas recibidas en lugares concurridos de la capital. El centro de la ciudad fue escenario de un amplio despliegue policial, cortes de calles, vuelo de helicópteros de vigilancia y sonido de sirenas. Las bombas, presumiblemente de los GRAPO, estallaron en la Bolsa, el Ministerio de Economía y el Tribunal Constitucional y causaron heridas leves a nueve personas.

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Madrid vivió ayer una tensa jornada marcada por el temor a las explosiones de artefactos terroristas. El estallido de tres bombas en otros tantos edificios públicos entre las 11.30 y las 12.00 fue seguida de constantes falsas alarmas recibidas en lugares concurridos de la capital. El centro de la ciudad fue escenario de un amplio despliegue policial, cortes de calles, vuelo de helicópteros de vigilancia y sonido de sirenas. Las bombas, presumiblemente de los GRAPO, estallaron en la Bolsa, el Ministerio de Economía y el Tribunal Constitucional y causaron heridas leves a nueve personas.

Graves fallos en los sistemas de seguridad y una descoordinación policial en algún caso permitieron que los terroristas pudieran colocar los explosivos en centrosque cuentan con importantes medios de protección. Así, una joven, identificada como la grapo María Jesús Romero Vega, logró introducirse en el edificio del Tribunal Constitucional y colocar un arte acto en unos lavabos del centro. En el Ministerio de Economía, el terrorista puso la bomba en el piso 112, también en unos lavabos, mientras en el edificio de la Bolsa la bomba estaba colocada en un primer piso, junto a los ascensores. Los tres artefactos estaban compuestos por pólvora prensa da y causaron importantes daños materiales, pero sólo heridas le ves a nueve personas. Una voz anónima advirtió en nombre de los GRAPO de las explosiones en la Bolsa y en el citado ministerio. En la Bolsa se registró la explosión 10 minutos después, pero la policía, que había recibido el correspondiente aviso anónimo, no advirtió nada a los responsables del edificio, en el que había unas mil personas. En el caso del ministerio, el aviso se produjo sólo tres minutos antes de la de flagración. Las explosiones, sin embargo, fueron seguidas de continuadas falsas amenazas de bomba dirigidas a lugares tan dispares cómc; el Cuartel Gene ral del Aire, el Museo del Prado o una sucursal del Banesto. El 80% de los efectivos de la Policía Municipal estuvo dedicado a regular el tráfico por esas amenazas.

Páginas 11 y 12 Editorial en la página 8

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