Reunión histórica de los primeros ministros de las dos Coreas en Seúl

El sueño de la reunificación coreana se hizo ayer más posible cuando los primeros ministros del Norte y del Sur, Yong Hyong Muk y Kang Young Hoon, se estrecharon la mano en un hotel de Seúl, inundado de policía secreta, al comienzo de una visita sin precedentes de cuatro días. Nadie espera que las entrevistas que ambos sostendrán hoy y mañana arrojen resultados positivos inmediatos, pero una y otra parte han elevado el carácter de la visita a la categoría de histórica, por ser la primera que se celebra desde la división de la península asiática hace cuatro décadas y media.

La agenda de ...

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El sueño de la reunificación coreana se hizo ayer más posible cuando los primeros ministros del Norte y del Sur, Yong Hyong Muk y Kang Young Hoon, se estrecharon la mano en un hotel de Seúl, inundado de policía secreta, al comienzo de una visita sin precedentes de cuatro días. Nadie espera que las entrevistas que ambos sostendrán hoy y mañana arrojen resultados positivos inmediatos, pero una y otra parte han elevado el carácter de la visita a la categoría de histórica, por ser la primera que se celebra desde la división de la península asiática hace cuatro décadas y media.

La agenda de trabajo incluirá la discusión de soluciones para eliminar los enfrentamientos político y militar que existen entre los dos regímenes, comunista el del Norte y capitalista el del Sur, así como la promoción de la cooperación comercial y económica y los intercambios de visitas entre ciudadanos de una y otra parte. Más de diez millones de coreanos son víctimas de la división del territorio, que se acentuó tras la guerra civil de 1950-1953.El jefe del Gobierno norcoreano, acompañado de una delegación de seis altos funcionarios, así como de una treintena de colaboradores y medio centenar de periodistas, cruzó a las diez de la mañana la línea de demarcación de Panmunjom, en la que por primera vez no había guardia fronteriza, y fue saludado en el lado sur por el ministro para la Unificación Nacional, Hong Sung Chul. Todos ellos lucían en la solapa la insignia del máximo dirigente norcoreano, el "gran líder" Kim Il Sung. La delegación llegó hasta la zona desmilitarizada de Panmunjom en Mercedes, que luego cambiaría por Hyunday negros de fabricación surcoreana.

La entrada a la Casa de la Paz, edificio contiguo a la línea de demarcación en el lado surcoreano, fue absolutamente caótica. A duras penas el primer ministro pudo abrirse paso ante el barullo formado por centenares de fotógrafos. Durante media hora departió con el representante del Gobierno de Seúl. "Al cruzar esta frontera lamentamos que sea el símbolo del antagonismo y recordamos a esa joven flor que cruzando el año pasado esta línea nos instó a la reunificación de la patria", declaró el primer ministro de Corea del Norte, recordando a una universitaria surcoreana que fue condenada a siete años de cárcel por viajar a Pyongyang, la capital del Norte, en julio de 1989. Dos de los componentes de la delegación norcoreana resultaron ligeramente heridos cuando tres de los vehículos de la caravana oficial colisionaron espectacularmente en un punto de los más de 50 kilómetros del trayecto que separa Panmunjom de Seúl.

La delegación norcoreana será recibida antes de regresar por el presidente surcorcano, Roh Tae Woo, a quien se cree que entregará un mensaje personal de Kim Il Sung. Éste, por otra parte, recibió el lunes en Pyongyang al ministro soviético de Asuntos Exteriores, Edvard Shevardnadze, con quien, según informó ayer la agencia oficial norcoreana, discutió sobre "la situación internacional y la región asiática". El hecho de que el despacho informativo no mencionara las relaciones bilaterales es considerado por algunos analistas como una señal de que la tensión entre soviéticos y norcoreanos no ha disminuido después de la decisión de Moscú de establecer en fecha próxima relaciones diplomáticas con Seúl.

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