Las autoridades de Irán suavizan la situación del marino español apresado hace 16 meses

El marino español Jesús Manuel Rosales fue trasladado el pasado día 26 desde la prisión iraní de Bandar Abbas, donde permanecía recluido desde hace 16 meses, hasta un penal de máxima seguridad de Teherán.

La esposa de Rosales, que fue encarcelado tras sufrir un accidente el petrolero iraní en el que trabajaba como primer oficial, viajará el próximo martes a Teherán para tratar de entrevistarse con él.

El Ministerio de Asuntos Exteriores español negocia desde hace varios meses su liberación, pero el Gobierno de la república Íslámica exige una indemnización por el accidente de ...

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El marino español Jesús Manuel Rosales fue trasladado el pasado día 26 desde la prisión iraní de Bandar Abbas, donde permanecía recluido desde hace 16 meses, hasta un penal de máxima seguridad de Teherán.

La esposa de Rosales, que fue encarcelado tras sufrir un accidente el petrolero iraní en el que trabajaba como primer oficial, viajará el próximo martes a Teherán para tratar de entrevistarse con él.

El Ministerio de Asuntos Exteriores español negocia desde hace varios meses su liberación, pero el Gobierno de la república Íslámica exige una indemnización por el accidente de 10 millones de dólares, unos 1.000 millones de pesetas.

Petición diplomática

El traslado de Rosales fue cogido con satisfacción por su familia, ya que la cárcel donde permanecía recluido desde mayo de 1989 se encuentra a 1.800 kilómetros al sur de la capital del país, lo que dificultaba los contactos entre el marino y la representación diplomática española en Irán.El propio Gobierno español había pedido este traslado en una entrevista que mantuvieron en mayo los directores generales de Asuntos Consulares, Erminio Molares, y de África y Oriente Medio, Jorge Dezcalier, con el ministro de Asuntos Exteriores de Irán, Afl Akbar Velayati.

Según la esposa de Rosales, la periodista Mayte Suárez, su marido se encuentra ahora en una cárcel de máxima seguridad que acoge mayoritariamente a presos políticos y extranjeros.

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Mayte Suárez intentaba desde hace varias semanas desplazarse a Teherán, después de que en conversaciones telefónicas comprobase el estado de depresión en que se encuentra su marido, quien en algunas ocasiones ha confesado que barajaba la idea del suicidio.

El viaje tuvo que ser aplazado hace 20 días tras estallar la crisis del golfo Pérsico por la invasión de Kuwait. Finalmente, ha obtenido el visado, y el próximo martes partirá hacia Teherán en compañía de un asesor laboral del Instituto Social de la Marina, pero sin garantías de que las autoridades penitenciarias le concedan permiso para ver a su marido. Las pasadas navidades logró que pasase ocho horas fuera de la cárcel. "No puedo pensar" ha dicho, "que vaya a recorrer medio mundo para ver a mi marido entre rejas".

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