El dilema de los precios de la gasolina

Desde el pasado 10 de julio existe en España un nuevo sistema de precios para los combustibles. Consiste en la fijación por el Gobierno de un precio máximo que no puede ser rebasado por el precio de venta al público que pongan los operadores en las gasolineras.El precio máximo se fija cada 14 días sumando,el precio medio de las gasolinas en los mercados spot de Rotterdam y de Génova, la media de los precios de las gasolinas en seis países de la Comunidad Europea (Reino Unido,Francia, RFA, Italia, Bélgica y Holanda), los costes medios de distribución en las últimas ocho semanas y dos pesetas -c...

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Desde el pasado 10 de julio existe en España un nuevo sistema de precios para los combustibles. Consiste en la fijación por el Gobierno de un precio máximo que no puede ser rebasado por el precio de venta al público que pongan los operadores en las gasolineras.El precio máximo se fija cada 14 días sumando,el precio medio de las gasolinas en los mercados spot de Rotterdam y de Génova, la media de los precios de las gasolinas en seis países de la Comunidad Europea (Reino Unido,Francia, RFA, Italia, Bélgica y Holanda), los costes medios de distribución en las últimas ocho semanas y dos pesetas -cantidad que impuso la CE como diferencial- Esta es la parte variable cada 14 días del precio máximo que se completa con la fija: el impuesto especial (43,50 pesetas por litro) y un 12% de IVA. La suma de la parte fija y la variable es el precio. máximo (91,8 pesetas desde el 4 al 18 de septiembre).

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Los precios que ahora se revisan ya reflejan el aumento de los precios del crudo aunque la gasolina que se vende haya sido producida con petróleo comprado antes de la crisis más barato. Para mantener las reservas que se les exigen -90 días- las compañías, sin embargo, tienen que seguir comprando petróleo, y ya a precios superiores. Es decir, tienen que desembolsar ya mismo más dinero, y este gasto lo reflejan en su contabilidad y lo trasladan rápidamente al precio de venta al público. Por contra, si el precio del barril cae, aunque nos vendan gasolina refinada con petróleo caro, los precios de venta al público deben de caer.

El establecimiento de precios máximos provoca que el reflejo de las subidas o bajadas del petróleo en el mercado se produzca con retraso, al servir de referencia días pasados (por ejemplo para la revisión del 4 de septiembre se toma en cuenta el periodo comprendido entre el 14 y 27 de agosto, cuando más alto estuvo el petróleo). No ocurre así en los países donde el sistema de precios es completamente libre, sin establecimiento de máximos, en los que las compañías pueden repercutir las altas y bajas del crudo casi inmediatamente (caso de la RFA).

De entre los seis países que España toma como referencia, en todos rige el sistema de precios libres menos en Italia, cuyas gasolinas también han subido los últimos días.

La cotización del dólar, por su parte, no tiene reflejo directo en el establecimiento del precio máximo de la gasolina, pues no es su conversión a pesetas, sino la de los precios comunitarios en sus respectivas monedas lo que se toma en cuenta. Su bajada sí supone, sin embargo, un beneficio para las compañías petroleras que compran crudo con,dólares más baratos.

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