Bilbao y Vitoria sólo tienen agua hasta el mes de noviembre

Las fuertes evaporaciones sufridas en los pantanos del sistema del Zadorra, que surten de agua a Vitoria y Bilbao, y los consumos de agosto han producido una importante baja del nivel, que sólo garantiza reservas hasta noviembre. Durante este mes se han confirmado las hipótesis más pesimistas de las que barajaban los consorcios de agua, al perderse 10 millones de metros cúbicos. El número de afectados es de 1,3 millones de personas.

Los responsables del Consorcio de Agua del Gran Bilbao y de Aguas Municipales de Vitoria consideran fundamentales los primeros días de octubre, tradicionalm...

Las fuertes evaporaciones sufridas en los pantanos del sistema del Zadorra, que surten de agua a Vitoria y Bilbao, y los consumos de agosto han producido una importante baja del nivel, que sólo garantiza reservas hasta noviembre. Durante este mes se han confirmado las hipótesis más pesimistas de las que barajaban los consorcios de agua, al perderse 10 millones de metros cúbicos. El número de afectados es de 1,3 millones de personas.

Los responsables del Consorcio de Agua del Gran Bilbao y de Aguas Municipales de Vitoria consideran fundamentales los primeros días de octubre, tradicionalmente lluviosos. De no ser así, la situación sería crítica y deberían pasar a una ampliación de las restricciones, que en la actualidad son de ocho horas. Ya se han alzado diversas voces solicitando una ampliación responsable de los cortes de agua a partir del mes de septiembre para prevenir el des abastecimiento total. Sin embargo, la proximidad de las elecciones podría estar retrasando una decisión poco popular. Según el calendario establecido por la Comisión Interinstitucional de Lucha contra la Sequía, las actuales restricciones se iban a suavizar hasta el próximo mes de diciembre.Los dos embalses del sistema del Zadorra, situados en suelo alavés, y que surten de agua a los habitantes de Vitoria y Bilbao, tienen en la actualidad 37 millones de metros cúbicos, 10 millones menos que a finales de julio.

Esta situación, que sitúa el nivel de los pantanos al 20% de su capacidad, es bastante peor que la que sufría el País Vasco a finales de agosto de 1989. Por aquellas fechas las reservas en los pantanos eran de más del doble que en la actualidad, y ya se hablaba de la mayor sequía del siglo.

A la consecución de esta situación han contribuido las altas temperaturas sufridas en Álava, la falta de lluvias y el escaso caudal obtenido de las captaciones, algunas de ellas realizadas, además, con retraso sobre el calendario previsto.