El Gobierno reducirá el límite de velocidad para economizar combustible si se agrava la situación

El Gobierno español ha preparado el plan que presentará en la reunión que la Agencia Internacional de la Energía (AIE) celebrará el próximo día 31 con el objetivo de analizar posibles medidas de ahorro energético. El documento, elaborado por los responsables de Energía españoles, contempla medidas de restricción energética entre las que destaca la reducción del límite de la velocidad si se agrava la crisis. La AIE estima, no obstante, que no existe un peligro inminente.

La reunión de la AIE, en la que se agrupan 21 países industrializados (los mismos que forman la OCIDE con la excepción...

El Gobierno español ha preparado el plan que presentará en la reunión que la Agencia Internacional de la Energía (AIE) celebrará el próximo día 31 con el objetivo de analizar posibles medidas de ahorro energético. El documento, elaborado por los responsables de Energía españoles, contempla medidas de restricción energética entre las que destaca la reducción del límite de la velocidad si se agrava la crisis. La AIE estima, no obstante, que no existe un peligro inminente.

La reunión de la AIE, en la que se agrupan 21 países industrializados (los mismos que forman la OCIDE con la excepción de Finlandia, Islandia y Francia, país éste en el que, paradójicamente, tiene su sede la Agencia), recogerá también las medidas propuestas por el resto de los estados miembros. Las medidas quedarían sobre la mesa dispuestas a hacerlas aplicables, en el caso de que fuera necesario un recorte urgente de la demanda.El objetivo de la AlE es contar con un colchón de seguridad si se llegase a ese extremo; pero, según los expertos, no existen dificultades de abastecimiento que hagan pensar que dichas medidas se adoptarán en breve. Únicamente un posible ataque iraquí a los pozos de Arabia o de otros países suministradores que cortasen la producción lo pondrían en peligro y obligarían a acelerar las restricciones.

En ese sentido, el documento español contempla diferentes medidas a adoptar, según distintos escenarios de reducción de demanda, que van desde el 5%, 7% y 9% (este último caso sería extremo). Las medidas se clasifican en cuatro grados, de menor a mayor: persuasión, obligatorias, de aumento de la producción nacional y de sustitución del petróleo.

Entre las medidas, teniendo en cuenta los escenarios y la, clasificación mencionados, se contempla la limitación de la velocidad de los automóviles, que comenzaría con el cumplimiento de las existentes en la actualidad en el Código de Circulación y que pasarían a ser de 80 kilómetros como máximo en autopistas, en caso de que las restricciones fueran de mayor grado. En este aspecto, como medida persuasoria, se podría llegar a limitar el uso del transporte privado en beneficio del público e, incluso, a restringir la circulación (las matriculas pares circularían sólo los días pares). También se podría limitar el número de gasolineras abiertas los fines de semana.

Se contempla, asimismo, la reducción de la temperatura de los aparatos refrigeradores en algunos grados. Una medida de mayor rango sería la reducción del uso del fuel en la generación de energía eléctrica, lo que supondría, en las perspectivas energéticas, un cambio drástico en la revisión del Plan Energético Nacional (PEN) que Industria tiene que presentar a final de año. Está previsto que el fuel pueda llegar hasta el 15% de dicha generación.

Otra de las medidas planteadas se basa en asegurar la cobertura nacional, a costa de reducir las exportaciones. Las empresas españolas, que estarían obligadas a ello, ya han actuado para asegurarse el suministro y han logrado suplir el 1,5 millones de toneladas comprometidas con Irak para este año en otros países.

Asimismo, han reducido las compras en el mercado spot en 2,5 millones de toneladas hasta fin de año, ante el aumento, de los precios y con el fin de mermar al máximo la incidencia. No obstante, las existencias a 90 días permanecen iguales.